“La música hace felices y reflexivas a las personas, los neoyorquinos deben lidiar con las hostiles condiciones de vida propias de una gran ciudad y merecen un regalo sónico en sus trayectos”, dijo Murphy.
El músico James Murphy trabaja con afán desde hace 15 años en un plan titulado “Sinfonía del Metro”, el proyecto tiene el respaldo de una popular marca de cerveza (Heineken), que ha organizado una campaña para que los neoyorquinos sumen su apoyo y convenzan a las autoridades de dar luz verde a un experimento que sin duda crearía trayectos más placenteros.
La intención de Murphy –ex líder del exitoso grupo de punk electrónico LCD Soundsystem- es que los torniquetes emitan un timbre agradable y que cada estación genere una serie de entre tres y cinco notas relacionadas armónicamente.
Así, un usuario generaría una nota y varios crearían una melodía, que en horas pico se convertiría en una “sinfonía” única para cada estación de la ciudad.
Apunta que la música hace felices y reflexivas a las personas y que los neoyorquinos, que deben lidiar con las hostiles condiciones de vida propias de una gran ciudad, merecen un “regalo sónico” en sus trayectos.
Pese a que Murphy asegura que el plan es factible, acepta que llevarlo a cabo no será fácil. “Todo lo que pido es la oportunidad de ayudar a convertir ese sonido (de los torniquetes) en algo memorable”, explica.