USTED COMO YO…
Usted como yo
Con toda seguridad,
Si es padre.
Ha mirado el rostro de su hijo
Y le ha parecido que Dios es grande,
Generoso y bendito,
Por darnos el momento de ver
Que nuestra vida, nuestro existir,
Con años de alegrías y dolores
Valen la pena en todo,
Por ver dormir al hijo o a la hija
En su cuna y tomar sus manitas
De estrellas y de lunas,
Pequeñas pero fuertes
Y acariciar su cara
Y besarla en silencio,
En oración de gracias
Y sentir que la vida
Es santa con nosotros,
Por esos hijos nuestros.
Usted como yo,
Ha visto con ternura
Los ojos de la esposa
Mariposas risueñas
Y admirar callado
Su fuerza dulce y tierna,
Su vocación eterna
Para ser en el barco
De la familia toda,
Maestra de timones
Con certeza de peces
Que va contra corriente,
Cuando el mar se lo exige,
Y velar terso y calmo
Con los ojos cerrados,
Tardes con sus trigales
Del pan en nuestras mesas.
A usted como a mí,
Le emocionó seguro
Con los ojos sin rumbo
Ver partir a la madre
O ver partir al padre,
Que nos enseñó de niños
El camino tranquilo
Del colegio primero,
De la vieja capilla,
Donde tarde o temprano
Regresamos ya grandes
Para rezar por ellos
Y pidiendo con llanto
Su descanso por siempre
Padres benditos sean.
A usted como a mí,
Le emocionan las noches
En que el cielo se llena
De estrellas y luceros
Y las calles son libros
De recuerdos y gritos
De carreras y bromas,
De un tiempo que a pedazos
Se nos fue de las manos,
Mientras el viento canta
Su canción de sirena
Nadando en nuestros ríos
De plata y mil espejos.
Usted como yo,
Cantamos con nuestra hora
“Farolito” de Lara, “Yesterday” de los Beatles,
“Ella” de José Alfredo,
“Novia mía” de Los Panchos,
Porque era nuestro tiempo
Sin celular ni tablet,
Pero temblando el alma
en tiempos de las cartas,
del trompo y el balero,
de la roña y el toro,
Cuando ser niño era dicha
de jugar hasta tarde
En las calles seguras,
Con la mirada atenta
De mamá en cada esquina
Que la noche del tiempo
No borra sino afirma.
Usted como yo,
Hemos vivido…
y hemos aprendido
Que vivir es camino
Junto a seres amados,
Sembrando nuestros días
Con risas y con llanto,
saber que todo pasa
Que lo que empieza acaba
Pero decir contento
Cuando la noche caiga
Señor gracias por todo,
La tarea está cumplida.