Home Nuestra Palabra Deserción: Asunto medular en la agenda  educativa del nivel medio superior (XVII)

Deserción: Asunto medular en la agenda  educativa del nivel medio superior (XVII)

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DINÁMICA EDUCATIVA

(Tomado del: Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior, 2012)

                “Elección de la escuela

 

La elección de la escuela en la que quiere estudiar el alumno se sustenta principalmente en el plan de                estudios, la ubicación, las recomendaciones recibidas acerca de la misma y la percepción de la calidad de los maestros. El descontento con la escuela, plantel o institución educativa en donde se cursa la Educación Media Superior se asocia a una mayor deserción.

La probabilidad de deserción es mayor en 14 puntos porcentuales para aquellos estudiantes que manifiestan que les fue asignada la escuela, frente a los alumnos que expresaron haberla escogido.

En el mismo tenor, el hecho de que un alumno busque cambiarse de escuela pero no le sea posible por motivos administrativos, se traduce en mayores probabilidades de desertar.

Los estudiantes que quieren cambiarse de escuela y no pudieron porque no les revalidaban sus estudios tienen mayores probabilidades de desertar en 13 puntos porcentuales. El 7 % de los desertores dijo haber vivido esta situación.

Becas

Uno de los factores que se ubican en el ámbito educativo, pero que se relaciona estrechamente con el socioeconómico, es el relativo a las becas, pues la mayoría son un estímulo para el rendimiento académico y tienen como uno de sus principales objetivos romper con los patrones de pobreza que obligan a los jóvenes a abandonar sus estudios, así como con las consecuencias sociales y generacionales que el abandono escolar prematuro implica.

La ENDEMS muestra que existe una positiva y significativa asociación entre concluir la Educación Media Superior y haber recibido alguna beca cuando se estudiaba este nivel educativo. La proporción de jóvenes que concluyeron sus estudios y recibió alguna beca es mayor.

El 23.5 % de los jóvenes no desertores recibió alguna beca, contra 12.5 % de los que sí desertaron.

Esta diferencia se hace más clara si observamos únicamente a los jóvenes ubicados en el cuartil de la población con menor ingreso: 25 % de los jóvenes no desertores y de bajos ingresos recibieron una beca Oportunidades, contra sólo el 10.2 % de desertores de menores ingresos.

En el mismo sentido, el modelo predictivo mostró que los jóvenes con beca tienen menores probabilidades de desertar:

Aquellos alumnos que cuentan con este apoyo económico tienen 16 puntos porcentuales menos de probabilidad de desertar que los jóvenes que no han tenido este beneficio.

Esta diferencia aumenta a 24 puntos porcentuales cuando se considera solamente a la población de menores ingresos.

Es necesario tener en mente que, aunque para el grupo de entrevistados el tipo de beca más comúnmente recibida fue la de Oportunidades, se mencionaron también becas de las entidades federativas, de la Secretaría de Educación Pública, de las propias escuelas, entre otras.

Al mencionar a las becas en su conjunto se hace referencia al total de estímulos económicos otorgados a los estudiantes y que son heterogéneos.

Los requerimientos y condiciones para obtener una beca pueden ser distintos en cada caso, desde únicamente estar inscrito en el plantel, hasta pertenecer a una familia con un nivel determinado de ingresos y cumplir con distintos requisitos en términos de calificaciones o reprobación.

No obstante esta heterogeneidad y la necesidad de evaluar el efecto de los distintos tipos de beca por separado, la encuesta muestra que el tener una beca es un predictor significativo de la permanencia escolar.

Factores sociales

Los factores sociales agrupan aquellas características relacionadas con el contexto social y cultural tanto del individuo como de su hogar. Dentro del ámbito social se consideran aspectos relacionados con el trabajo, la condición socioeconómica y el consumo de drogas, alcohol y tabaco.

Condición socioeconómica

Se registra una asociación relevante entre el factor económico, las condiciones de vulnerabilidad social de la familia y la deserción en el nivel medio superior. Al cuestionar a los desertores acerca de las razones por las que abandonaron la escuela, se obtuvo que la principal razón aducida fue la falta de dinero en el hogar, mencionada por el 36.4 % de los desertores. El 49.7 % la consideró dentro de las tres principales.

Por otro lado, la estimación independiente que se hizo del nivel socioeconómico del hogar también mostró que los desertores pertenecen a familias de menores ingresos. Asimismo, un mayor porcentaje de desertores comentó que en alguna ocasión, mientras estudiaba la Educación Media Superior, faltó dinero en su hogar.

El 59 % de los jóvenes desertores reportó que faltó dinero en su hogar, para pasajes, útiles o inscripción mientras estudiaba, en contraste con el 40.7 % de los no desertores, lo cual significa una diferencia de más de 18 puntos porcentuales.

Más de la tercera parte de los desertores (35.1 %) se ubica en el primer cuartil de ingreso, en este mismo cuartil se ubica la quinta parte (20 %) de los no desertores. En los dos cuartiles de ingreso más altos se ubican 35.7 % de los desertores en comparación con 58.3 % de los no desertores.

El porcentaje de jóvenes que reportó falta de dinero en el hogar es mayor para los cuartiles más bajos de ingreso, tanto para desertores como no desertores, sin embargo los jóvenes de familias de mayores ingresos también reportaron “falta de dinero en el hogar”.

Es posible que esta respuesta por parte de los jóvenes refleje los problemas económicos por los que atraviesa una familia, independientemente de su nivel de ingreso.

En comparación con las respuestas de los jóvenes de menos ingresos (46 %) sólo el 17 % de los desertores del cuartil de ingresos más alto mencionaron como principal razón para abandonar los estudios a la falta de dinero.

El 8.5 % de los no desertores consideraron abandonar los estudios en algún momento, principalmente por la falta de dinero en el hogar.

La ENDEMS muestra que un menor nivel de ingreso familiar está asociado también a otras circunstancias:

Los jóvenes con un menor ingreso también tienen un mayor número de hermanos desertores de la Educación Media Superior. Una más alta proporción de ellos trabajó mientras estudiaba, además de llegar a considerar en alguna ocasión que trabajar era más importante que estudiar.

Los jóvenes provenientes de familias de menor ingreso de igual modo reportaron mayor reprobación, menor promedio y más problemas para entender a los maestros. En mayor proporción reportaron que la escuela quedaba lejos de su casa y que en alguna ocasión sintieron inseguridad en la propia escuela o en el camino para llegar a ella.

El 63.1 % de los desertores de menores ingresos quería seguir estudiando al momento de abandonar sus estudios, en comparación con el 50.9  de los jóvenes que desertaron pertenecientes al cuartil de ingresos más alto.” (Continuará).

*Responsable de la Rectoría de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).