EN HONG KONG
• El activista Joshua Wong, fue detenido a su llegada al aeropuerto
Hong Kong se ha abrazado este domingo a la bandera de Estados Unidos. Los manifestantes han enviado su mensaje desde las calles al Gobierno y a la policía de Hong Kong, pese a la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición, los ciudadanos no cesarán su presión hasta que no vean cumplidas el resto de sus demandas.
Y lo han expresado primero, por las buenas, con una marcha de decenas de miles de personas envueltas en la bandera de las barras y estrellas hacia el consulado de EE UU. Después, por las malas, cuando hacia la media tarde grupos de jóvenes radicales vestidos de negro perpetraron episodios de violencia.
Una de las bocas de la parada más céntrica de metro ardía, cerrada con anterioridad por la policía. Varias barricadas segmentaban las calles.
En medio de las algaradas, el activista Joshua Wong, uno de los líderes del Movimiento de los Paraguas, precursor hace cinco años de las protestas de hoy, quedó nuevamente detenido a su llegada al aeropuerto de Hong Kong, tras una serie de reuniones en EE UU y en Alemania.
Wong había sido arrestado el 30 de agosto y puesto en libertad bajo fianza, aunque recibió autorización para viajar y cumplir compromisos previos. Según ha puntualizado su partido, Demosisto, en un comunicado, Wong fue detenido por “violar las condiciones de su fianza”. “Parece que se han cometido errores en el certificado de fianza. Se espera que quede en libertad tras una audiencia este lunes”, puntualiza el activista de 22 años.