ESTRELLAS QUE SE APAGAN
Todo en la vida pasa, se inicia y llega a la meta del fin, y en esa tesitura se acaban imperios que parecían para la eternidad como el romano que fue en su momento el poder más grande del mundo, y se fueron ya Julio César el gran general y líder que en su momento era una deidad y que fue asesinado de 23 puñaladas por 60 senadores en el recinto de éstos. Se fue Napoleón Bonaparte, Cristóbal Colón, Benito Juárez y miles de seres humanos valiosos por muchas razones y con poder para decidir en ocasiones la vida o la muerte para otros seres humanos.
La muerte, el eclipse de la existencia es inexorable.
Para los seres humanos la verdad grande como una montaña de: “acuérdate hombre que eres polvo y en polvo te convertirás”, que se dice los miércoles de ceniza y que nos recuerda que la vida es un suspiro, una oportunidad de ser y hacer, pero que no es eterna aquí en la tierra, que pasa, que es sólo un breve espacio en la eternidad para tener esta conciencia y en ese entendido vivir la vida.
A veces parece que nos olvidamos de esto y actuamos como si nuestra situación de bienestar, de poder o de riqueza fuera para siempre, con acciones lamentables sobre todo cuando se tiene poder.
En política es válido ver que quienes fueron soles de grandeza y poder, poco a poco pierden brillo, su luz se va apagando y todo indica que se encaminan al final de ese tiempo en que el universo se iluminaba con su poderío.
El PRI que fue el partido todopoderoso quedó reducido a su mínima expresión después de la última elección en que se apagó su brillo y entró al tiempo de la reflexión humilde y obligada de aceptar que ya no es como antes, que su voz ya no impone como hasta hace poco, que el poder se acaba como se ha acabado siempre en la historia del hombre y que si se quiere renacer se deben hacer muchos cambios, empezando por aceptar que nada es para siempre y que ese pensamiento obliga a acciones limpias y de real servicio de buena política.
En Hidalgo son muchos los soles que se apagaron o se apagan.
Sólo algunos nombres: José Guadarrama en su momento un sol de nuestra política , hombre de poder y fuente de decisiones para todo el estado. Todo indica que ese sol declina. Francisco Javier, jugador en todas las apuestas que se le presentaron. Nunca fue un sol de poder o de presencia pero estuvo en las boletas grandes. Se apagó aunque ahora que vienen elecciones se hace el aparecido, pero ya sin fichas para jugar a ganar, aunque no faltará el partido que lo cobije sólo para perder. Cipriano Charrez brilló sobre todo en el Valle del Mezquital, pero el tremendo error de dejar morir a un joven sin hacer nada para evitarlo, significó su fin y con esto, días difíciles para el clan Charrez.
También en esta lista : el Doctor Crespo que todo indica no la jugó bien en la decisión que tomó, pese a la campaña mediática que mantiene para estar presente. Está claro que no es lo mismo adentro que afuera. Y eso que hizo buen papel en el PRI. Daniel Ludlow, jugador fuerte en el escenario político, pero últimamente ya con poca luz en su partido el PAN. Pudo ser más de lo que ha sido, pero la luz se apaga ya. Gerardo Sosa, hombre de gran presencia en el estado y hábil jugador en la política. Parece que las sombras ya lo rodean por no jugar fichas válidas con Obrador. Los imperios caen tarde que temprano y Baptista le ha hecho mucho daño por su torpeza en el Congreso.
Y la lista sigue y sigue de los que fueron y ya no son y que a lo mejor en su ilusión de no desaparecer hacen todo para brillar un poco, aunque esta ilusión los lleve a veces a cometer actos reprobables y cambios de camiseta sin sentido alguno.
Es el ansia por no desaparecer y la esperanza de encontrar la fuente de la juventud de Ponce de León
Ilusión vana, porque todo pasa y nada queda, porque la vida es pasar…