TORRE DE BABEL
Dice el libro Sagrado que los hombres de ese tiempo se sintieron tan fuertes y autosuficientes que se dijeron: hagamos una torre tan grande que lleguemos al cielo, en una actitud de soberbia y prepotencia, que hicieron enojar al creador que dijo: mientras formen un solo pueblo y hablen la misma lengua nada les será imposible. Confundamos su lengua para que no se entiendan unos a otros.
Y así lo hizo y resulta que nadie se entendía, porque cada quien hablaba una lengua diferente, provocando que se detuviera la construcción de la torre de la soberbia y que se perdiera la fuerza del pueblo porque nadie sabía lo que el otro decía y quería.
Terminaron por romper con la unidad popular y surgieron muchos grupos de acuerdo a la lengua que hablaban.
La política de los partidos en México y sin duda en Hidalgo vivió su época de esplendor, sobre todo para el PRI y ahora para Morena que les provocó la idea sobre todo en algunos de sus miembros, de construir sus torres de la soberbia, porque se pensaron más fuertes que su partido y que sus dirigentes.
Y se convirtió todo en un enredo que nadie entendía porque se dejó de lado el compromiso de servir para intentar hacer de los pedazos que tenían y tienen de poder, el origen de todo en el país y en el estado.
En el PRI, el partido del poder por muchos años, se acostumbraron a ganar sin más pelea que la de la candidatura, porque ya se sabía que quien era candidato por ese partido, era el que ganaba siempre.
Y se dieron los carros completos porque este partido tenía todo empezando por dinero y el control de organizaciones, grupos sociales, sindicatos, líderes y un largo etc. etc. que daba como resultado que el PRI se daba el lujo de escoger dónde perder, porque, sombra, lo que se dice sombra, nadie le hacía.
Por eso querer lucir carros completos como signo de ser un gran político de esos tiempos, como que no tiene mucho chiste, porque si de verdad se hicieron trabajos excelsos, no se entiende cómo es posible que se diera la paliza que les dio Obrador, no tanto Morena, que le dio cobijo a verdaderos abusivos a los que hizo ganar AMLO .
Las cosas para el PRI han cambiado tanto que los que se acostumbraron al poder y a las victorias sin mucho problema, se rasgan las vestiduras por las pelas que les dan ahora, sin aceptar que en muchos casos es la revancha ciudadana por los que ellos hicieron ganar para el poder.
Y sucede, que como ahora en el Partido tricolor ya se dejó de hablar el mismo lenguaje, porque el de denantes ya no funciona, los que no entienden el lenguaje de los hechos y logros y buen ejercicio del poder y del trabajo reaL, como lo único válido para triunfar, brincan del barco porque las cosas ya no son como a ellos les tocó. Y como dijo don Teofilito: ni serán.
Y se van uno a uno, alegando cosas sin sentido, pero en el fondo nostálgicos de aquellos tiempos en que lo tenían todo sin gran esfuerzo y ahora se van pensando que les esperan las mismas coronas de laurel que entonces.
Hablan otro lenguaje, el de la Torre de Babel, cuando se sintieron dioses y no entienden el actual en que ya no son las cosas como antes, porque para ganar se tiene que trabajar de a deveras y eso quién sabe, porque llevaron al poder abuso y corrupción en muchos casos.
Y en esta Torre de Babel, el PRI no entiende a Morena que tampoco entiende al PAN y menos al PRD o lo que queda de él y nadie se entiende porque cada quien habla su idioma.
Y mientras tanto el país sin rumbo definido porque la política está hecha un desastre.
Babel la torre de la confusión.
A lo mejor esto explica el salto de embarcación que dan algunos.
Ojalá sepan nadar.
