También estuvo en Dayton

    •    En ambas localidades, donde los tiroteos del fin de semana dejaron 31 muertos


Hubo protestas contra el presidente a quien acusan de inspirar el odio contra los inmigrantes
Trump viajó ayer a El Paso y a Dayton, escenarios de los tiroteos del fin de semana que dejaron 31 muertos. La visita la realizó en medio de protestas de quienes lo acusan de atizar la violencia.
Trump ha sido blanco de críticas desde las dos masacres que dejaron 22 muertos en un Walmart de El Paso, en Texas, una localidad mayoritariamente hispana y otras nueve víctimas fatales en otro ataque en Dayton, Ohio.
Las visitas estuvieron enfocadas en “honrar a las víctimas, reconfortar a las comunidades y agradecer a los socorristas y profesionales de la salud por sus acciones heroicas”, tuiteó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
Pero Trump está siendo acusado por sus opositores de inspirar el odio contra los inmigrantes del atacante de El Paso y de la crispada atmósfera del país por sus discursos en los que se refiere a los indocumentados como una “invasión”.
En ambas localidades hubo convocatoria a protestas. “No me siento muy bien que él venga porque todo lo que está pasando ahorita – son palabras que él ha dicho contra los hispanos y se me hace que de ahí viene todo lo que está pasando ahorita”, dijo Juan Salas, un mexicano que vive en El Paso
En El Paso, la congresista demócrata por Texas Verónica Escobar aseguró que se mantendría alejada. “Desde mi perspectiva, él no es bienvenido aquí. No debería venir aquí”, dijo Escobar el martes en MSNBC.
El alcalde republicano de la ciudad le ofreció a Trump una bienvenida a regañadientes. “Lo recibiré como parte de las obligaciones de mi cargo”.
Trump enfureció por las acusaciones de que su gobierno está dividiendo deliberadamente a EU. “Soy la persona menos racista. El desempleo de negros, hispanos y asiáticos es el más bajo en la historia de EU”, tuiteó el martes.