LA CULTURA DEL TATUAJE
*Todos tienen el derecho a tatuarse, ya sea por delincuentes, políticos, por amas de casa o padres de familia
La práctica del tatuaje se remonta a culturas que hoy son las raíces ancestrales de la civilización, en diversos documentales que se pueden consultar en la web podemos encontrar que esta práctica ha sido vista desde infinidad de aristas como un símbolo de identidad, por ejemplo, entre miembros de algún grupo social o incluso banda criminal; los que se utilizaban para indicar el linaje de una familia o tribu; los que marcaban el estatus social; hasta los que se hacían para ser ocultados por la ropa; así en cada parte de mundo.
Con poca información llegué al lugar indicado, Convictions International Tattoo Studio, un estudio certificado y regulado por la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios en Hidalgo (Copriseh), en donde fui atendido por el artista “Melecio Roger Junior”, quién nos habló acerca de los riesgos y tabúes que permean el arte del tatuaje.
Riesgos
“No solo se requiere de aguja y puntas desechables, se requiere de docenas de elementos para garantizar que no te vas a contagiar de Hepatitis A, B, o C qué es lo más cabrón que existe en este rollo. El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) que genera el Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) puede vivir sólo unos minutos fuera del organismo, pero los de la hepatitis pueden llegar a estar vivos mucho tiempo”, explicó el tatuador artista.
Por lo anterior antes de comenzar el diseño que unos días después quedaría plasmado en mi piel, me mostró la importancia no sólo de que el material que se reutiliza sea estéril, sino que se cuente con aparatos ultrasónicos incluso para garantizar que todas esas piezas que se utilizan como son: tubos, pinzas para perforar, se caigan con la vibración ultrasónica.
De igual forma me mostró el “autoclave”, un aparato que permite esterilizar a grandes presiones y con vapor todos los instrumentos reutilizables, mismas que deben mostrarse al cliente totalmente selladas. Siendo así, antes de pensar en hacer un tatuaje, se debe tener en cuenta que el estudio esté certificado, que el espacio de trabajo esté bien limpio y que en general todo se maneje con asepsia.
Sin embargo el riesgo de que se pueda contagiar de alguna enfermedad o que el tatuaje se infecte por no haber tenido suficiente higiene es una constante para quienes no toman en cuenta la responsabilidad de hacerse un tatuaje en un buen lugar y con personal capacitado.
Tabú y discriminación
Para las personas que de pronto comenzamos a interesarnos en un tatuaje y que pertenecemos a generaciones anteriores al año dos mil, enterarnos de que es mentira que una vez que te tatúes ya no podrás donar sangre en caso de emergencia, es algo que sin duda contribuye a dejar florecer el deseo de poseer un diseño en la piel.
Sin embargo, esta creencia no es la única a la que nos enfrentamos ya que a esta se agregan estereotipos que intentaron en un momento erradicar esta práctica que como ya habíamos dicho, es ancestral.
Sin duda alguna hemos escuchado que una persona tatuada es: irresponsable, sucia, un delincuente, sin embargo hoy la realidad es otra, podemos ver que cada día aumenta la demanda de los tatuajes sin importar clases, estatus, profesiones, creencias religiosas, ideologías políticas e incluso preferencias sexuales.
Ante esto, Melecio Roger Junior, tiene mucho que decir: “mientras tú respetes todo el desmadre de los demás, tienes todo el derecho a exigir que te respeten tu desmadre y está padrísimo poder controlarlo”.
“Podemos hablar de delincuentes de traje que es a los que les tenemos que tener realmente miedo, esos carnales, esa gente está frenando nuestra estabilidad y nuestra economía enjabonadamente todos los días. Sí también el tatuaje nos da para los criminales, es un medio para expresarte tan a toda madre que te permite ser quién eres tú al cien por ciento: si te tatúas por criminal es tan válido que si te tatúas por político, por doctor, por ama de casa, el tatuaje no discrimina, la que discrimina es la sociedad”.
