El quehacer en la Casa del Pueblo, que ya dijimos que ni es casa (aunque los achichincles suban los pies al escritorio) ni es del pueblo, ha dejado mucho que desear y eso que todavía no cumplen ni un año en el encargo los diputados, pero en lo que sí no han fallado es en dar de qué hablar. Si usted había pensado que ver los catorrazos, las cantadas y la bolsa de huevos era suficiente, usted no ha visto nada.

Pocas veces me subo…
Y es que la diputada Corina Martínez (la del copetito rojo), tuvo malos tiempos en el congreso y así lo dejaron ver sus dos intervenciones en el pleno en las sesiones realizadas en la semana pasada.

Primero al reconocer que su trabajo como legisladora es escaso y que ni a sus compañeros de bancada morenista les importan los temas que sube a tribuna, por lo que al quedarse sin quórum la diputada dijo “pocas veces me subo y no hay quórum…” y agregó “¡regresen!”. La verdad, de pena ajena, sin embargo no fue lo único que acaeció a la legisladora, sino que en la sesión del jueves, sacó la casta que sólo la exhibió lo ignorante, prepotente y déspota que es, eso era sólo un chisme pero el jueves quedó al descubierto.

Luego de que la gente que trabaja con ella en el congreso fuera regañada a mitad de sesión, en el salón de plenos, donde no los bajó de “inútiles”, ya que al parecer el trabajo que la diputada sólo tendría que leer y presumir como suyo (con eso de que no se le da vestirse con sombrero ajeno) no estaba bien hecho, documento que la evidenció en plena lectura en donde brincó de palabra en palabra sin que tuviera ilación, aun así, en esencia, reconocía que tiene poco trabajo en la comisión de cultura, por lo que pedía que le agregaran a su trabajo el tema de deportes (claro, como ha sido tan productiva en su comisión).
 
Pero la cosa no quedó ahí, bajando de tribuna y con la boca que se le iba de lado por el ridículo que acaba de hacer al leer, la diputada se llevó a su gente por la puerta por donde suele salir a fumar, para regañarlos más fuerte y a grito pelado, sin importarle que hubiera gente ni la cercanía que tenía con la Sala de Plenos, desde donde varios reporteros metiches escucharon la prepotencia con la que la ignorante diputada trata a los que trabajan con ella, o mejor dicho por ella.

En fin, así la diputada que pocas veces se sube a tribuna, porque a los temas y fama ajenos siempre se ha querido colgar.

Pocas veces me caso…
El que pocas veces se casa, es un diputado del partido azul, cuyo nombre no diré pero que empieza con A de Asael Hernández Cerón, mismo que en esta ocasión decidió hacerle fuchi a la tierra que le dio de comer para ir y matrimoniarse en Cancún, Quintana Roo, situación que aunque es muy personal, el diputado presumió en sus redes sociales oficiales, es decir en la página donde sube sus publicaciones sobre el trabajo (cuando hay) en el congreso. Lo que le faltó decir fue el menú que ofreció y que disgustó a más de uno, ya que los mariscos salían caros y en tiempo de austeridad un arroz con mole es un manjar de dioses.

Sin embargo, lo que  dio que hablar no fue esta situación, que suena más a chisme de esos que salen en la televisión, sino la familia que le salió al diputado luego de que una usuaria de Facebook le reclamara los gastos que hacía para llevarse a la familia a Cancún y “desentenderse” en cambio de sus propios hijos. Por lo cual fue catalogado como “incongruente” y de doble moral, ya que por una parte sube a tribuna a “defender” a la familia y por otro no logra consolidar la suya y tras el divorcio ha decidido comenzar otra “desatendiéndose” de la primera.

Finalmente en la tercera parte de este “pocas veces trabajo”, y como ya se había prometido anteriormente, hablaremos del diputado que se ausenta muy seguido por motivos de salud, uno que fue rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) de apellido Veras Godoy (para que no se vaya a molestar don Humberto de que ya lo nombramos aquí).

Y es que fue “sorprendido” supuestamente en “Las Vegas”, Nevada, curándose esos males que tanto le aquejan en las máquinas de apuestas, así como paseando fuera del “París Las Vegas”, uno de los hoteles con mayor prestigio en la ciudad de las luces que nunca duerme, ya hasta hay quienes piensan que ya le fueron entregados sus “ahorritos” de jubilación, esos que les habían congelado a los de la UAEH y que estaban en cuentas en el extranjero.

Lo alarmante no sólo es el dinero que seguramente gastó este diputado, sino que en el video se mostraran diferentes momentos de su estancia en la ciudad del pecado, ya que da la impresión de que alguien lo estuvo siguiendo, muy de cerca. El diputado se tomó su retiro muy en serio, aunque también hay teorías conspiratorias de que, posiblemente, su jefe de toda la vida, lo envió para ver si jugando la ruleta o al bingo le multiplicaba el dinerito para dejar de preocuparse por los milloncitos que siguen congelados y que no pueden utilizar.