Al menos 18 personas han muerto y 45 está heridas, derivado de una serie de bombardeos de la aviación gubernamental siria y de la rusa en la provincia de Idlib, el último bastión opositor en el norte del país. Entre los fallecidos está el reportero Anas al Dyab, fotógrafo y camarógrafo de 22 años que solía colaborar con AFP. Al Dyab perdió la vida en un bombardeo ruso sobre su ciudad de origen en Idlib, Jan Shijún.
En su cuenta oficial de Twitter, la Defensa Civil aseguró que el joven llevaba años “documentando los crímenes de guerra de Rusia y del régimen” sirio como fotógrafo independiente. Asimismo, Al Dyab fue uno de los tres cascos blancos que ofreció su testimonio sobre el ataque químico contra Jan Shijún, que en abril de 2017 dejó decenas de muertos y del que la ONU responsabilizó al Ejército sirio.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha detallado que al menos seis de las víctimas, entre ellas un niño, perecieron en la localidad de Urum al Yuz, en el oeste de Idlib. Mientras, que cuatro personas, entre ellas dos niños, fallecieron en la población de Kafroma, en el sur de la provincia que está controlada casi en su totalidad por facciones armadas opositoras. Otra víctima es uno de los integrantes de la Defensa Civil Siria, cuerpo que desarrolla labores de rescate en las áreas fuera del control del Gobierno.
La aviación de Damasco y su principal aliado, Rusia, han golpeado Idlib casi a diario en los pasados meses, en el marco de una escalada de la violencia en todas las áreas donde aún hay presencia de grupos opositores en el noroeste de Siria.
En la región rige un acuerdo entre Moscú y Ankara para rebajar la tensión entre el Gobierno y los rebeldes, que sin embargo se han enfrentado repetidamente y los choques han dejados cientos de víctimas en ambos bandos, además de decenas de civiles.