Charrez, siempre Charrez
Ahora resulta que el Emperador del Valle del Mezquital, Cipriano Charrez Primero, se ofreció como mediador en el conflicto que un grupo de choque, enviado precisamente por el susodicho, desató en Palacio de Gobierno, donde acudieron a exigir obras y que en ese mismo instante fueran iniciadas. Es decir que llevaban la encomienda de romper vidrios y madrecitas, cualquiera que fuera le respuesta a sus peticiones. Pero ahora el angelito que es el Emperador del Mezquital, declaró que como es muy buena persona, podría hacer lo necesario para que el problema con los habitantes de Pueblo Nuevo no se complique. Es decir que piensa que todos son conejos y se van a tragar su cuento. Deveras que ha resultado listo este prohombre. Incluso estoy por empezar la campaña que lleve como eslogan: “¡Cipriano alcalde vitalicio!”.
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Faltan cuatro meses, cuatro
En cuatro meses arrancará oficialmente el proceso electoral para la renovación del Poder Ejecutivo del estado, las 84 alcaldías y el Congreso local. Es decir que estaremos ante una elección inédita. Y la verdad sea dicha falta muy poco, de tal modo que en todos los institutos políticos empiezan a ponerse nerviosos. Algunos ya se adelantaron. A otros ya los pusieron quietos. Algunos se dicen preferidos del Secretario de Gobernación, del gobernador de la entidad, de empresarios. Otros de plano aseguran que serán ellos y nadamás ellos. Pero de que falta poco, falta poco.
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Cristalazos al por mayor en Pachuca
Si usted acude al centro de la ciudad o colonias circunvecinas, y no encuentra un estacionamiento donde dejar su auto con el pago correspondiente, tendrá que encomendar su unidad al Todo Poderoso, dirigirle sentidas oraciones y hacer lo que tenga que hacer con la certeza de que al regresar encontrará que ya le dieron el famoso “cristalazo” para robarle lo que se pueda. Es la verdad. La delincuencia menor anda suelta por las calles de la capital hidalguense. En su mayor parte se trata de ladronzuelos provenientes de otros estados, pero que se han dado cuenta que pueden hacer su agosto en la tierra del paste. Y la cruda realidad es que ni llorar es bueno cuando ya le dieron baje con lo que dejó en el asiento trasero, y ahora hasta en la cajuela que ya abren con singular facilidad.
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Esa sí era histórica
Sucede que en Tlaxcala, específicamente en el municipio de San Pablo del Monte, alguien tuvo a bien demoler completita la capilla del Santo Cristo, edificada en el siglo XVIII. Dejaron los puros cimientos. Y no, no se trataba de una obra hecha en los 90s por algún alcalde que quisiera hacer pasar por cantera lo que no es. Era una obra del siglo XVIII en todo el sentido de la palabra. Vaya pues que, ¡esa sí era histórica! Y ahora ya ni llorar es bueno.
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