HIDALGO: reforma electoral en riesgo

FORO ABIERTO

En estos momentos en que se discute la reforma política electoral en México, de igual manera se está realizando en Hidalgo una consulta; sin embargo la posibilidad de cambios profundos están en riesgo debido a una confrontación entre el poder ejecutivo, del PRI, y la mayoría del Congreso Local, de Morena, así como las diferentes propuestas que se han formulado tienen el sello de querer más con los mismo.
Un tema central que se discute en el país es la permanencia o no de los organismos electorales locales (OPLEs), aun cuando depende de la reforma federal es importante aclarar el papel que han tenido en la entidad. En Hidalgo hay que señalar que los organismos electorales locales han sido instrumentos de la hegemonía política. Han sido un lastre para el ejercicio de derechos y para la apertura política. Su signo ha sido la trampa, el derroche, la marcada ineficiencia, el fraude.
Desde 1977 que se iniciaron las reformas políticas, las que se han dado en Hidalgo han sido eminentemente reformas electoreras e inclusive que son más restrictivas que las federales. En Hidalgo las reformas electorales han sido monopolio del poder y los partidos políticos que han recogido migajas, pero nunca procuraron atender las opiniones de la sociedad civil y de sus organizaciones.
Hoy en Hidalgo tenemos un gran retraso en las relaciones Estado- sociedad, en el vínculo entre gobernantes y ciudadanos que no se resuelve solo con elecciones que son cada tres o seis años. Hay un vacío enorme entre el poder político y la ciudadanía. Esto ha causado la despolitización y el desencanto del ciudadano hacía partidos y gobernantes.
La problemática, el diagnóstico es sumamente grave. En lugar de producir un esquema de desarrollo a la sociedad civil se ha optado por el clientelismo, el corporativismo y la captura de líderes y organizaciones.
El proceso que se ha seguido en Hidalgo para una reforma electoral está marcado por las diferencias y las pugnas entre el gobierno local y la mayoría en el Congreso, de tal suerte que se han apuntalado dos grupos de partidos con propuestas que tienden a chocar y se avecina un “choque de trenes” con resultados sin buen augurio.
La propuesta de reforma electoral que se cocinó en “mesas políticas” del gobierno local, encabezadas por el PRI, y sin la presencia de representantes del Congreso Local, que al final ellos son los que van a legislar, y con la clara ausencia de Morena, no permite un dialogo serio sobre cambios urgentes en Hidalgo.
Todo lo contrario, la propuesta de reforma electoral encabezada por el PRI-PAN, contiene cuatro grandes inconvenientes que olvidan el momento político, nacional y local, de una nueva condición de correlación de fuerzas y de evitar el derroche económico además de eliminar dependencias que no funcionan. Es otra reformita desde arriba.
La propuesta pretende duplicar recursos para los partidos políticos, intenta revivir la figura de “candidaturas comunes” simulando coaliciones y traspaso de votos; ansía la reelección de alcaldes sin revocación del mandato, y se pasan por el arco del triunfo avanzar en la reforma indígena, es decir se trata de una reforma electorera más, que solo beneficia a los partidos y premia la ineficiencia y corrupción del organismo electoral local, dejando pendiente una real reforma política. Así tampoco.

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