ESTE CIRCO Y PAYASOS YA CANSAN
Asistir al circo es o era fantástico, pero de vez en cuando, porque ir al mismo todos los días, ¡sólo que se trabajara en alguna de sus pistas! Porque hasta la comida más sabrosa si se come todos los días cansa, y en general casi todo si no tiene el equilibrio del tiempo y la oportunidad cansa y hasta lastima, como dijo el buen José José: “hasta la belleza cansa”.
En política se da como en todas las actividades de la vida la necesidad de innovar, de ser creativos en este juego de poderes, de no repetir lo mismo porque las circunstancias cambian y es la adaptación a la realidad lo que hace de los protagonistas políticos, torres y faros que guían a la gente, con principios rectores y valores que no deben cambiar para la buena política, pero con la necesidad de reinventarse siempre en los modos y caminos de acción.
Pero nada cansa más que las actitudes de supuestas figuras y que no son más que mandaderos o recaderos de un Patrón, porque entonces no sólo aburren y cansan sino que provocan otros sentimientos por el ridículo que hacen.
Por eso es que el show de los diputados Sosistas ya cansa y aburre porque son repetitivos en su esquema de acción, mismo que tiene un objetivo único que es estorbar en todo al gobernador, con quién trae una pelea total su patrón y los usa a ellos como punta de lanza y con Baptista a la cabeza, dan una demostración de servilismo tal, que ya en lugar de provocar enojo, provocan lástima por la forma en que los usan.
Seguramente con buena recompensa, porque de gratis no dan ni el saludo.
A su última gracia de no asistir a la sesión donde los partidos que no los apoyan presentarían su propuesta de Reforma Electoral y se sabe que ellos intentarían subir a tribuna su iniciativa para quitar la mayoría calificada, como criterio de aprobación a cuestiones de la ley orgánica del Congreso y en el plano estatal reformas constitucionales, con el cuento de siempre; cuando no quieren dar la cara, se siguió el estreno en radio Universidad del monólogo del gran Richy Baptista en que vaya si quiso lucir colmillos de tigre contra Fayad, pero al final sólo repitió su ya muy visto numerito de gritos y sombrerazos por la injerencia supuesta del gobernador en la vida del Congreso.
Y como remate de su gran actuación, aunque ya muy vista, su generosidad de político sin par, al señalar que estaba su mano extendida hacia Omar, para una buena relación.
¿Pues qué se creerá este señor?
Que es la autoridad del estado cuando todo mundo sabe que sin la figura de Obrador ninguno de ellos hubieran ganado nada.
Pero órdenes son órdenes y ni modos de no obedecer al jefe.
Pero es tan reiterativo su show que ya cansan y aburren.
Sólo tienen la obligación de trabajar por Hidalgo, pero son reiteradas las muestras en que queda claro que están al servicio de un patrón, que les dicta agenda de hechos y dichos.
Al principio divertían, pero ya ni eso.
El mismo circo y los mismos payasos cansan, y más si en todo tienen que obedecer ciegamente a un dueño obsesionado por el poder, por los medios que sean y con la obediencia que quita dignidad por lo servil y obsequiosa de sus diputados, no de Morena, que desde hace mucho dio muestras de estar harto de este abuso y manipulación de las garzas.
¡Ya cambien sus numeritos en la pista de su circo! Su show ya está muy visto y ya se sabe hasta el momento en que por los zapatotes azotan y rueda su nariz roja, mientras la voz del dueño grita: “¡vamos a ver, chumba, animal del demonio…!”