CINE DE MAÑANA

Gael García Bernal ha alcanzado un reconocimiento casi universal como actor trabajando con todo tipo de directores en diversas partes del mundo.
Sin embargo no ha sido tan fácil ser reconocido como director desde su debut en Déficit hace más de una década.
Los buenos amigos de Cinépolis nos invitaron a la premier de Chicuarotes su más reciente filme, que se exhibió fuera de competencia en el Festival de Cannes.
Basado en un guión de Augusto Mendoza, el filme narra la historia de una pareja de amigos, Cagalera (Benny Emmanuel) y Víctor (Pedro Joaquín), que tratan de ganarse la vida como payasos callejeros, pero que tras la poca solidaridad del público, de plano lo atracan pistola en mano.
Y es que el futuro en un barrio bravo de Xochimilco pinta muy negro, con un padre alcohólico (Enoc Leaño), un hermano gay y una hermana promiscua.
Por ello el joven quiere irse del lugar en compañía de su novia Sugheili (Leidi Gutiérrez).
Lo malo es que la única manera que se le ocurre para hacerlo es secuestrando al hijo de un carnicero, lo que desencadenará una tragedia.
Resulta evidente que Gael se inspiró en Los olvidados de Luis Buñuel, pero carece del genio del calandés,
Su héroe no alcanza la grandeza de El jaibo, y más bien semeja un intento sensacionalista de explotar la violencia y la miseria.
El único momento divertido es el de las cameruneses, un par de policías gordas, que cobran venganza contra un antiguo compañero que las humilló.
Resulta bastante triste que esta sea la imagen que se tiene de México en el extranjero.
Chicoarotes es pues un retrato sensacionalista de la miseria y violencia, que desgraciadamente nos rodea.