• Medina Azahara, en árabe significa “la ciudad brillante”
Dicen que era absolutamente deslumbrante, un derroche de lujo y de ostentación. Creada para dejar boquiabierto a todo aquel que la contemplara, se trataba sin duda una de las ciudades más hermosas que existían en todo el mundo en ese momento.
Y, sin embargo, esa urbe monumental y fascinante situada a unos 8 kilómetros de la ciudad andaluza de Córdoba, en el sur de España, tan solo existió durante unos 70 años. Se trata de la mítica Medina Azahara, en árabe Madinat al-Zahra, “la ciudad brillante”.
Fue el califa Abderramán III, el príncipe al frente del estado musulmán de Al-Ándalus (como se conocía a los territorios de España y el norte de África que durante la Edad Media estaban bajo el control árabe) quien ordenó en el año 936 construir al oeste de Córdoba, sobre las laderas de una sierra próxima, en la orilla derecha del río Guadalquivir, una nueva ciudad, la capital de su reino.
No se escatimaron gastos para levantar la nueva capital. Algunas fuentes cuentan que en la construcción de Madinat al-Zahra llegaron a trabajar un total de 10 mil obreros, que a diario se colocaban 6 mil sillares (bloques de piedra) y que se emplearon unas 400 cargas de yeso y cal (alrededor de 68 mil kilos) transportadas por mil 500 asnos y mulas.