El Programa de la CEPAL contra la emigración forzada

NÚMEROS CLAROS
    •    Sí analizamos el Programa de la CEPAL, veremos que algunos de los proyectos ya maduraron en el Proyecto Mesoamérica


A finales de 2018 señalamos en esta columna, que el presidente Andrés Manuel López Obrador se disponía a hacer del Itsmo de Tehuantepec una fortaleza económica en la frontera sur de México. Este lunes, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la diplomática mexicana Alicia Bárcena, presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador, la propuesta de Programa de Desarrollo Integral El Salvador-Guatemala-Honduras-México; aunque el problema va más allá de esos países.

La CEPAL, a través de Alicia Bárcena, expuso los ejes principales del Programa para que la emigración se convierta en “una opción y no una obligación” en los países de Centroamérica, poniendo en el centro de la propuesta el desarrollo. Para ello, la secretaria de la CEPAL invitó a todos los países del mundo a sumarse al Programa, para convertir el norte de Centroamérica y sur de México, en una de las regiones del mundo más prosperas; al respecto, el presidente López Obrador señaló que es a través de la cooperación y no de la represión, como se pueden solucionar los problemas de la migración, precisando que ahora el reto es convencer al presidente Donald Trump de que apoye la propuesta.

Alicia Bárcena, enfatizó en la necesidad de construir cadenas de valor entre México y Centroamérica, de la misma forma que se han creado en el norte del país con los Estados Unidos. En ese sentido, para avanzar en la integración comercial propuso poner en marcha un sistema de transmisión anticipada de documentos para transporte de carga; la realización única de controles migratorios en países de salida; la creación de un sistema electrónico de misión y envío de certificados fitosanitarios; el registro de unidades de carga con dispositivos de radiofrecuencia; y la instalación de cámaras de pasos fronterizos.

El Programa de la CEPAL propone acciones encaminadas para integrar las redes de distribución de energía eléctrica y de las comunicaciones. Bajo el título de “Inversiones identificadas energía e infraestructura”, propone construir una terminal de gas natural en Puerto Cortés, Honduras; la interconexión del sistema eléctrico mexicano con el centroamericano; mejoramiento de infraestructura fronteriza (950 Km) entre México y Guatemala, interconexión carretera en puente Corozal Betel y la carretera el Naranjo; impulsar la conectividad ferroviaria entre los países del norte de Centroamérica; y, realizar la construcción de un gasoducto de 600 Km para unir la infraestructura entre el sur de México y la de América Central.

No obstante, quienes no conocen lo que México ha venido haciendo en los últimos 20 años con Centroamérica, probablemente les parezcan novedosa la propuesta de la CEPAL. Sin embargo, al margen de las diferencias políticas, es preciso recordar que el expresidente Vicente Fox, propuso al llegar a la presidencia el Plan Puebla-Panamá (PPP), el cual en el gobierno del expresidente Felipe Calderón se convirtió en el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (PIDMA), como un mecanismo de integración regional en el que participan México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia y República Dominicana; y en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, sobrevivió como un instrumento de cooperación.

El Proyecto Mesoamérica, fue apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y si bien la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (RICAM) fue su columna vertebral, cuyo objetivo fue construir y modernizar 13,132 Km de carreteras en cinco corredores, construyendo infraestructura para el transporte que acercara las fuentes de materias primas a los mercados y los países de Centroamérica a México, este mecanismo de integración regional terminó dividiéndose en dos ejes: el económico y el social; y en algunos de sus proyectos participó la CEPAL.

Sí analizamos el Programa de la CEPAL, veremos que algunos de los proyectos ya maduraron en el Proyecto Mesoamérica. Para facilitar el paso de mercancías en los puertos fronterizos, se desarrolló el Sistema de Transporte para el “Tránsito Internacional de Mercancías (TIM), la interoperabilidad de Ventanillas Únicas de Comercio Exterior y el apoyo a programas de Operador Económico Autorizado (OEA); se realizaron estudios para la modernización de los pasos fronterizos en el Corredor Pacífico de la RICAM y se creó el Foro Mesoamericano de PYMES.

A la vez, el proyecto de Interconexión Eléctrica Mesoamericana, compuesta por las Interconexiones México-Sistema de Interconexión Eléctrica para los Países de América Central (SIEPAC), que creó el primer Mercado Eléctrico Regional (MER), y la Panamá-Colombia, es ya una realidad al concluirse el SIEPAC, proyecto que ha provocado la ambición de los Estados Unidos, por ser una línea de transmisión eléctrica de 1,800 Km, que integra los mercados eléctricos de seis países de Mesoamérica y vía para la venta de sus excedentes de electricidad; a través de ella, se ha desarrollado la “Autopista Mesoamericana de la Información (AMI)”, integrando los Servicios de Telecomunicaciones con fibra óptica. Mientras que, en el eje social se encuentran los proyectos de salud, medio ambiente, gestión de riesgo, vivienda, seguridad inventario y nutrición.

Hoy, más que poner en marcha un programa aislado de América Latina, este puede ser el momento para avanzar en la integración regional del continente, para integrar la infraestructura para incrementar los flujos del comercio, para impulsar el crecimiento y desarrollo en América Latina y el Caribe; el momento para diseñar una estrategia real de integración, más que dividir los esfuerzos a través de la Alianza Pacífico, por ejemplo; pues existen esfuerzos reales como la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA); el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA); la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR); PETROCARIBE; esfuerzos que pueden servir para unir al continente en pos del progreso regional y la seguridad para todos; sabiendo que los Estados Unidos nunca verán con buenos ojos una América Latina y Caribeña unida.

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