Si en Oscuro Escarabajo (Monte Carmelo, 2018) está la poesía pura nacida de la cotidianidad, las nubes y la botánica, de la vida misteriosa de una planta y de las emociones más naturales, en Oriundos (Cataria, 2018) está la recuperación de una historia familiar que viene de Asturias a México; el lazo que une estas dos obras es su autor: Fernando Fernández.
El autor, poeta, ensayista y fundador de la revista “Viceversa” asegura que ha publicado tres libros en 30 años y nunca ha perdido de vista la poesía, “primero porque la frecuento, la leo, la estudio todo lo que puedo; para los que estamos en el trabajo con las palabras, la poesía es el género más atractivo por la tensión que tiene, por el tipo de tratamiento. Soy muy lento.”
El autor de Siglo en la brisa afirma que aunque nunca ha abandonado la poesía, pasaron años entre sus libros, tiempo en el que nada de lo que escribía lo dejaba contento, “desde muy joven aprendí que no hay que forzar los textos; por 2015 viví ciertas situaciones personales que de pronto, sin pensarlo, empecé a escribir unas cosas que funcionaban como conjunto y de pronto apareció este librito que reúne apenas la mitad de las cosas que escribí en ese periodo”, señala.
Oscuro escarabajo reúne 26 poemas, que en realidad son 20, pero uno más dedicado a las nubes está partido estratégicamente a lo largo del libro.
“Cuando los había seleccionado me preocupaba cómo podría resolver la estructura del libro y justo por esos días estaba escribiendo un poema de las nubes que no acababa de cuajar y me di cuenta que si lo partía en seis pedazos y lo repartía a lo largo del libro haciendo grupos de cuatro poemas se resolvía muy bien la estructura; me gusta que son poemas sobre cosas, situaciones muy específicas, palabras en concreto, pero que están hilados con el tema tan cambiante y fugitivo de las nubes”, señala.
También ve la luz Oriundos, un libro que nació cuando Fernández cerró “Viceversa” y se fue a España a escribir un libro sobre la forma en que emigraron hace muchos años los asturianos a México. Sin un editor dispuesto, acabó fundando el sello Cataria, “me acabo de reencontrar conmigo mismo como editor, toda mi pulsión editorial y todo lo que me gusta estar en el taller y palpando papeles y decidiendo tamaño de letras, está aquí”.
Oriundos, dice, es una crónica familiar “sobre cómo fueron emigrando mi bisabuelo, luego mi abuelo y luego mi madre a México, siempre de Asturias”