Ninguno de los dos cede en sus paranoias
• Las sanciones de uno son respondidas con sanciones del otro, en un cuento interminable
La relación entre EU y China continúa su veloz deterioro. Pekín acusa a Washington de, básicamente, perpetrar sabotaje industrial mediante “el uso de la seguridad nacional como pretexto contra la actividad empresarial de las empresas extranjeras”. Promete represalias.
La reacción del gigante asiático se produce un día después de que el EU impuso nuevas barreras de facto contra la compañía tecnológica china Huawei, en una nueva escalada de la guerra comercial entre los dos países.
El Gobierno en Pekín aseguró que tomará “medidas para proteger los intereses legítimos de las empresas chinas”.
“China ha enfatizado muchas veces que no hay que abusar del concepto de seguridad nacional, ni utilizarlo como una herramienta para el proteccionismo comercial”, declaró el portavoz del Ministerio de Comercio en Pekín Gao Feng sobre la nueva sanción estadounidense.
Coincidencia o no, Pekín dio a conocer el jueves, al tiempo que amenazaba con represalias, que ha acusado formalmente de cargos de espionaje a los dos ciudadanos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, a los que retiene desde que Canadá detuvo, por orden de EU, a la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, el 1 de diciembre pasado.
Spavor, un hombre de negocios con amplios contactos en Corea del Norte, está acusado de “robar secretos de Estado y divulgarlos a un poder extranjero”. Los dos, ha precisado Lu, fueron acusados formalmente “hace poco”.