Otra víctima de la miseria en Centroamérica
• La muerte esperó al niño hondureño Ezequiel Bonilla Melgar, de siete años, en la frontera México-EU
Sus padres llegaron a EU luego de viajar sin visa, desde Honduras, Ronan y Miriam soñaban con reunificar a la familia
Insertado en las corrientes de migrantes centroamericanos que, sin visa, pretenden ingresar a suelo estadounidense, el menor se ahogó en el intento de volver a abrazar a sus padres, Ronan y Miriam, y de reencontrarse en Atlanta, Georgia, luego de que se despidieron en Honduras hace más de un mes cuando sus progenitores, atribulados por las deudas financieras, decidieron migrar a EU.
El niño murió la semana pasada, cuando una balsa en la que trató de atravesar el río Bravo en compañía de otros migrantes se volcó en el cruce de Piedras Negras, Coahuila, hacia Eagle Pass.
Tras varios días de zozobra, el cadáver del menor fue localizado en la zona de McAllen, Texas, e identificado esta semana.
La pareja reconoció parte de la vestimenta y del calzado de su hijo. “¡Ay!, esos son sus zapatitos”, admitió la madre en una entrevista con Univision. “¡Ay!, son los calcetines que yo le dejé”, reconoció. “¡Ay!, mi hijo, Dios mío, mi hijo, mi hijo murió, mi hijo se murió”, lamentó. “Era especial”, recordó.