• Ante la falta de ideas, ahora son las plataformas on demand y los estudios de cine quienes apuestan a las historias escritas por autores desconocidos
La omnipresente tendencia en Hollywood por exprimir a cuanto producto o idea a mano para generar ganancia (pensando en ventas de tickets de películas, secuelas, merchandising, redes, etcétecra) parece no tener límites. Si primero fueron por los cómics, luego las sagas literarias y la ficción YA (young adults), y finalmente los videojuegos y el desarrollo de franquicias basadas en propiedad intelectual existente (de juguetes, apps, juegos de mesa, etc), ahora se vuelca a explorar algo diferente: plataformas.
Si Wattpad revolucionó el mundo editorial y cambió nociones en torno al quehacer literario y la auto-publicación, generando numerosos best-sellers y sagas exitosas, ahora son los estudios de cine los que le están prestando atención. Para los que no saben, esta es una plataforma en la que el usuario está en contacto directo con otros lectores y con el autor de la obra que, la mayoría de las veces, no está terminada. Algo así como un gran cuaderno de anotaciones abierto al público, que puede interactuar con el autor y la obra. Si a esta idea en principio inocente, se le suma la potencia de las redes sociales (ya que también funciona como red social de lectores), y se la sumerge en el contexto de la literatura infanto-juvenil, fenómeno que ha crecido enormemente en los últimos años, se obtiene una fórmula ganadora.
Según cifras del año pasado circularon por esta plataforma, considerada por muchos como un espacio seguro de experimentación y tester de ideas, 70 millones de visitantes de entre 13 a 35 años que gastan al menos 20 mil millones de minutos al mes en la red consumiendo y criticando historias generadas por sus usuarios. Lo interesante de Watt es que allí además de ficciones en géneros más tradicionales como el sci-fi, poesía y terror, hay un gran desarrollo de lo que se conoce como fan-fiction (ficción escrita por fans de ciertos productos o sagas), y especialmente adult-fan-fiction, es decir, historias con una cuota erótica, en ocasiones más ATP, en otras menos. Por ejemplo, 50 Shades of Drake y Harry Styles Dirty Imagines, algunos de los títulos más divertidos.
Sin embargo, como daba cuenta la revista Vulture, desde que la plataforma abrió su propia división de entretenimiento (Wattpad Studios) hace dos años, se ha transformado en el lugar donde productores y estudios van a buscar y comprar IP (intelectual property) fresca y joven. Material ideal para desarrollar shows, películas y series digitales en plena sequía creativa en Hollywood y cuando el segmento centennial es el más deseado.
Hay planes de expansión más allá de EEUU, y aunque Wattpad ya se asoció con Netflix, Sony Pictures Television, Hulu y CW, Turner, eOne y Paramount Pictures entre otros, ahora buscan llegar a Asia y establecer convenios en Korea, Indonesia e India para producir films en otros idiomas. ¿Y Latinoamérica? Parece cuestión de tiempo.
Hay un motivo por el que cada vez más se recurre a plataformas y apps como blogs, Yout Tube o hasta Instagram y Snapchat, y es muy simple: el big data. Más allá de que en un sentido creativo estos son espacios en donde las ideas circulan con mayor libertad y diversidad