NÚMEROS CLAROS
Las recientes elecciones en España, con una participación de 74.7 por ciento, han revivido al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y enterrado al Partido Popular (PP); pero también han abierto la puerta a la ultraderecha. El presidente de España y líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha vestido de las luces de la legitimidad frente a su partido y a la sociedad española, al llevar a su partido al gobierno y recuperar el liderazgo de la izquierda, haciendo a un lado a PODEMOS, quien lo supo capitalizar los efectos de la crisis y su popularidad frente a los españoles más depauperados por una crisis económica y social, que los echo de sus trabajos, de sus casas, y los llevó a vivir y luchas por sus derechos desde las calles, haciendo de PODEMOS su baluarte de lucha.
Los resultados de las recientes elecciones muestran que, cuando hay elecciones limpias en una democracia, el poder se tiene y se pierde. Hace unos meses atrás mirábamos a PODEMOS en ascenso y poner sus condiciones al PESOE para hacer gobierno; sin embargo, hoy PODEMOS parece desmoronarse y estar dispuesto a aceptar las condiciones del partido de Felipe González, el antiguo presidente español, para formar un nuevo gobierno; dejando atrás su posición intransigente en contra del sistema, para ponerse a la izquierda de los socialistas y desde ahí darle al gobierno una orientación de izquierda.
Sin embargo, aunque el PP parece derrotado ahora, la ultraderecha parece retomar vida. Después de poco más de cuarenta años de la muerte de Franco, la ultraderecha, representada por VOX, ha obtenido el 10.3 por ciento de los votos; en buena medida entre los más radicales del PP. Los analistas no ven en VOX un fenómeno pasajero, por el contrario; de acuerdo con la “marejada” de la derecha que comienza a recorrer a Europa, VOX podría haber llegado a España para echar raíces, en gran medida sobre la tierra fértil que Partido Popular, hundido en una crisis de identidad, podría dejarles.
EL PSOE desea no hacer tratos con los independentistas catalanes para hacer gobierno. Los analistas de todo el mundo han subrayado el interés de los socialistas de no caer en las manos de los independentistas para poder formar el próximo gobierno; por lo que, consideran que Pedro Sánchez hará todo para evitar la dependencia de los catalanes y preferirá llegar a un acuerdo con otras fuerzas, entre ellas PODEMOS, que parece ponerse de rodillas ahora frente a los socialistas, situados como la principal vertiente para las negociaciones, de cara a la conformación de un nuevo gobierno en España.
En Cataluña, el partido ERC, de izquierda, que ganó 15 escaños, es desde ahora el referente de los independentistas; mientras que con sólo 7 diputados de JxCAT-JUNTS, dirigido por el expresidente catalán, Carles Puigdemont, pierde fuerza y podría diluir las ambiciones de independencia de los catalanes, reduciendo las tensiones entre Madrid y Barcelona, enterrando las ideas separatistas. En base a esta experiencia ¿Qué podría aprender la clase política mexicana? @jlosmex
