RETRATOS HABLADOS

   •    Cuentas bancarias de PERSONAS,

las congeladas, no de institución

Con todo y lo escandalosa cantidad de dinero transferido de una cuenta de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo radicada en Suiza a otra en Pachuca (151 millones de dólares), y que mantiene bloqueada desde el pasado 26 de febrero la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, el “congelamiento” de otras 224 cuentas, es el primer golpe demoledor que propina directamente a la estructura del Grupo Universidad, que mantiene en su poder los destinos de la institución educativa desde hace más de 40 años.
    La razón es una y simple: con todo y que la explicación ofrecida por el Presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa a condescendientes diputados en el Congreso local, dejó un mar de lagunas por explicar, la cuenta estaba a nombre de la UAEH, lo que de alguna manera protege al personaje citado de cualquier acusación directa.
    Sin embargo en este último bloqueo, el titular de la UIF, Santiago Nieto, fue muy claro al detallar que la acción se realizó en contra de cuentas de PERSONAS vinculadas a una universidad, “por actividades presuntamente ilícitas de corrupción, incluidos casos de conflictos de interés y venta de hidrocarburos”.
    Y puntualizó en otra parte de su comunicado: “Si hay cuentas que tienen que ver con el pago de nómina, serán desincorporadas de la lista”.
    Resulta preciso destacar que el responsable de ordenar el “congelamiento” señalado escribió que esta acción se había hecho en contra de cuentas DE PERSONAS, no de una institución educativa, lo que de entrada deja sin un punto de apoyo la eventual argumentación de quienes hoy mismo, muchos ya se adelantaron a identificar con nombres y apellidos.
    El secreto a voces sobre el manejo discrecional de los recursos económicos de la UAEH por el grupo político que la maneja desde hace 40 años, habría sido evidenciado por la UIF que dirige Nieto, quien llevó a cabo el bloqueo, al igual que el realizado el pasado 26 de febrero, a solicitud de uno de los Estados miembros del Grupo de Acción financiera Internacional, creado por el Grupo de los Siete, que busca combatir el lavado de activos, financiamiento del terrorismo y proliferación de amenazas al sistema financiero internacional.
    Resulta evidente que el delito denominado “lavado de dinero”, se perfila como la razón que alguno de los países pertenecientes al G-7 solicitara la inmovilización de los dineros transferidos de una cuenta radicada en Suiza a Pachuca, Hidalgo, México.
    En el recuento de este episodio dramático para el grupo político de poder que ha tenido casa y sustento en la universidad hidalguense, se observa que lejos de proceder al desbloqueo de la ya famosa “cuenta Suiza”, la UIF continuó sus indagaciones y desembocó en agregar otras 224 cuentas a esta situación, en la que por fuerza ya cuenta con el nombre de los eventuales responsables de un manejo poco escrupuloso de recursos económicos, que deberían haber ido a parar a las arcas universitarias, y no a las de un particular.
    Ha sido pues una investigación muy cuidada a fin de evitar un revés por parte de los abogados de la UAEH y de las PERSONAS vinculadas a la institución, que hoy son observadas con lupa por la Secretaría de Hacienda.
    Tan cuidada que con unas pocas palabras, Santiago Nieto desarmó toda una jornada de protesta por parte de quienes dirigen la Máxima Casa de Estudios de Hidalgo, quien respondieron de manera inmediata al congelamiento de cuentas con la advertencia de que los 7 mil 500 trabajadores de la institución, entre académicos y administrativos, e incluso alumnos, se enfrentarían a una “crisis humanitaria” por la falta de pago de salarios.
    La UIF atajó: “Si hay cuentas que tienen que ver con el pago de nómina, serán desincorporadas de la lista”. Así de simple.
    El hecho sustancial es que la gran batalla… está por llevarse a cabo.

Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
    
    

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