FMI y G20, encrucijada para impulsar el crecimiento económico

 

La reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Grupo de los 7 (G7) y Grupo de los 20 (G20) ha estado centrada en la búsqueda de alternativas para impulsar el crecimiento económico. Este vienes y sábado en Washington, los representantes de los bancos centrales y ministros de fianzas de los países que integran el G20, entre ellos México, Argentina y Brasil por América Latina, se comprometieron a hacer un frente común para enfrentar la desaceleración del crecimiento mundial; para lo cual, propusieron realizar reformas en impuestos internacionales, promover el comercio y reducir la deuda pública y privada.

La cumbre del G20 está programada para fines de junio en Osaka, Japón, donde seguramente la discusión sobre estos temas se profundizará para hacer frente a los desequilibrios económicos mundiales, preservar el crecimiento económico mundial, el cual cada vez muestra más signos de debilidad, pese a las políticas de estimulo monetarios que llevaron a cerca de cero puntos a los tipos de interés.

En Washington, donde se celebraron las reuniones de primavera del FMI y el BM, viernes y el sábado, así como una reunión de los ministros de finanzas y banqueros del G20, los participantes solo pudieron hacer promesas, de acuerdo con los despachos de los medios internacionales. En ese sentido, el comunicado final del FMI señaló que, para proteger la expansión económica, “continuaremos mitigando los riesgos, mejorando la capacidad de recuperación y, si es necesario, actuaremos rápidamente para apoyar el crecimiento en beneficio de todos”, precisó el Fondo; señalando que la expansión de la economía global continúa, pero a un ritmo más lento de lo esperado en octubre pasado.

De este modo, el crecimiento de la economía mexicana estará condicionado por la evolución de la economía mundial. El FMI ha señalado que “crecimiento deberá fortalecerse en 2020, pero los riesgos siguen siendo hacia la baja”, según sus proyecciones; en buena medida, producto de las tensiones comerciales, la incertidumbre política, los riesgos geopolíticos, el endurecimiento de las condiciones financieras, los índices de deuda pública y privada históricamente altos y el aumento de las vulnerabilidades financieras; precisa el FMI.

No es para menos, el presidente Donald Trump sigue atizando a la guerra comercial con su visión reducida del mundo. El viernes y sábado pasados, el FMI y el BM, discutieron sobre los riesgos de las guerras comerciales entre Estados Unidos, China y la Unión Europea, ese tema fue el centro de los debates, según los medios. Por lo que, Japón que preside el G20 este año, insistió en su interés de profundizar las discusiones sobre los desequilibrios económicos mundiales y la búsqueda de soluciones conjuntas al problema.

El presidente Donald Trump desde su campaña señaló que México y China eran sus enemigos comerciales, pues se habían aprovechado de su país y su postura no ha cambiado. La actual administración de los Estados Unidos está furiosa con su déficit comercial y ahora pretende buscar como corregirlo, cueste lo que cueste; por lo que, en su discusión con China ha usado sanciones y amenazas y ahora se dispone a abrir un nuevo frente con la Unión Europea, poniendo en la mira al conflicto Airbus-Boeing.

Washington y Bruselas, pronto comenzarán las negociaciones sobre un acuerdo posible comercial; pero será la Organización Mundial de Comercio (OMC) quien determinará los montos que se gravarán; por ahora, Washington ha elaborado una lista de 11 mil millones de dólares y Bruselas de 12 mil millones de euros. Pero en medio de todas estas discusiones, lo cierto es que la economía mundial no está sana y la intransigencia del presidente Donald Trump sobre el libre comercio, no apoya en nada la recuperación de una economía mundial maltrecha después de la crisis iniciada en 2008.

Es pues evidente que, la economía mexicana, al no estar viviendo en autarquía y mantener relaciones comerciales con todos lo países del planeta, sobre todo con los Estados Unidos y Canadá a los que envía el 82%, en promedio, del total de sus exportaciones, la Unión Europea a donde exporta cerca del 7% del total de lo que envía al exterior, aunado al 6% que exporta a los países de América Latina y el Caribe, su crecimiento en este años y en 2020, dependerá del comportamiento de la economía mundial; pero también, del tipo de medidas económicas que se implemente para estimular el consumo interno y usarlo para sustituir la reducción de la demanda externa de sus productos exportables.

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