La economía británica a la sombra del Brexit

    •    El producto interior bruto (PIB) británico cayó cuatro décimas el año pasado


Los peores pronósticos siguen cumpliéndose: la economía del Reino Unido redujo su crecimiento a un 1,4 % en 2018, su ritmo más bajo desde 2012, afectada por la incertidumbre del “brexit”, que augura un futuro incierto.
El Parlamento británico rechazó el viernes (por tercera vez) el acuerdo de salida de la Unión Europea (UE) propuesto por la primera ministra, Theresa May. La derrota, que había sido separado de la anexa declaración sobre la futura relación bilateral para facilitar su aprobación, aumenta la posibilidad de que el país salga del bloque sin pacto el 12 de abril o que, para evitarlo, pida una prórroga del plazo, para lo que debería precisar una hoja de ruta.
Frente a una expansión del 1,8 % en 2017, el PIB británico cayó cuatro décimas el año pasado, lastrado por un último trimestre con escasa producción industrial, confirmó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) al presentar su segundo y último cálculo.
En su primera estimación, el 11 de febrero, el organismo ya predijo un crecimiento anual de ese 1,4 %, un valor alcanzado por última vez en 2012 y, previamente, durante la crisis crediticia de 2009.
La economía se frenó en el último trimestre de 2018 -con un avance de apenas un 0,2 %, frente al 0,7 % del trimestre anterior- por un descenso de la construcción y la producción industrial, así como de la inversión empresarial, que se redujo un 0,4 % respecto a 2017 (algo menos de lo esperado).
Se mantuvo estable no obstante el enorme sector de los servicios, incluidos los financieros y digitales, que contribuyen en torno al 80 % del PIB nacional. El economista jefe del servicio de análisis EY Item Club, Howard Archer, constató que la economía de Reino Unido se vio golpeada por “los altibajos del proceso de salida de la UE y el debilitamiento de la economía global”.

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