ALFIL NEGRO

90 AÑOS DEL PRI

Los grandes imperios caen. Es una Ley de la historia. Cayó Roma… cayó Egipto… cayeron los Aztecas … el Grupo Universidad no tenía porque ser la excepción.

 
AÑO NOVENTA
Este día el PRI cumple 90 años, que cada quien es libre de ver como muchos o como pocos y para los tricolores es un cumpleaños que les plantea, suponemos, dos sentimientos posibles: resignación por su situación actual de verdadero desastre, después de la elección de julio y al borde de la extinción, según algunos, o bien verlo como una oportunidad de renacimiento con organización, democracia y unidad para ser protagonista en el escenario del poder en nuestro país.
En ese camino de la recuperación el partido elegirá nueva dirigencia Nacional, con el signo de la democracia y hasta el momento con cinco aspirantes, y con la participación de una hidalguense buscando la secretaría general.
Sin embargo para muchos un dirigente ideal sería el doctor José Narro, que podría darle a su partido ideología y estrategia para estos tiempos de desesperanza y dudas.
 
EN HIDALGO
Seguramente con el cambio de dirigente, se iniciaron los trabajos para los titulares que llevarán el peso de la batalla de junio del 2020, que si resulta afortunada dejará la elección del 2018 como una pesadilla, pero si no hay buenos resultados será como una lápida en la tumba tricolor.
No es una tarea fácil porque en esta búsqueda no caben medias tintas, ya que el juego es a muerte, lo que requiere decisión y mano firme.
 
PRESIDENTES
Este oficio del periodismo nos ha dado  la oportunidad  de conocer y tratar a varios Presidentes del PRI.
Al primero que conocimos fue a quien después sería Gobernador, Jesús Murillo Karam  nacido el 2 de marzo de 1948.
Una noche en que pasaba por la que fue sede del PRI en el Parque Hidalgo, vi luces en la oficina de quién era presidente del partido, que no era otro que el licenciado Murillo.
Por la hora el edificio estaba casi desierto y desde luego no había secretaria, desde la puerta: “qué hace licenciado, buenas noches”, y la respuesta clara y abierta: ” pásele “.
Fue el inicio de una buena amistad con un político de altura, que cuando se despidió del Senado para ocupar un encargo que le hizo el presidente  de la República, mereció el reconocimiento de Muñoz Ledo: “lástima que se va Jesús… era con quien valía la pena debatir”.
Vivió momentos difíciles pero nunca le tembló la mano para tomar decisiones y de eso saben Guadarrama y Sosa Castelán.
También conocí muy de cerca a José Antonio Rojo y Aurelio Marín Huaso.
Marín de decisiones rápidas y casi siempre certeras. Me tocó verlo muy triste el día que se perdió la presidencia del  país con Vicente Fox. “Apaguen la luz , el presidente Zedillo ya felicito a Fox como ganador, no hay nada que hacer” .
A él y a Salomón Hernández le debe el partido su edificio del bulevar Colosio.
José Antonio Rojo de gran cercanía con los priista y una conducción inteligente.
Eran otros tiempos en que no perdían una batalla.
Ahora es distinto y los retos de otra naturaleza.
Dicen que más tiene el rico cuando empobrece, que el pobre cuando enriquece…
Puede ser… hasta que los hechos hablen.

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