Olor a muerto

CINE PIOJITO

En una de las salas de la Cineteca Nacional se ha estrenado una nueva cinta de Julio Hernández Cordó, “Atrás hay relámpagos”. Desde sus inicios con Gasolina y Te prometemos anarquía, el costarricense se ha convertido en un cineasta que hay que seguir con interés.
En esta ocasión sigue los pasos de las singulares amigas Sole (Adriana Alvarez) y Ana (Natalia Arias), quienes se entretienen fingiendo ataques epilépticos en un centro comercial, ante la incredulidad de la gente.
Sole es una chica acomodada, que ha venido a menos, pero a quien su abuelita le ha prometido un auto de su colección abandonada en el jardín.
Sin embargo, surge un inconveniente. En la cajuela del auto que han seleccionado para convertirlo en taxi, se encuentra el cadáver de un nicaragüense.
Sole convence a su amiga de cambiar el cadáver a otro auto y luego dar parte a la policía.
Esta descubre muchas inconsistencias en el relato de la chica, pero finalmente la deja en libertad, lo que aprovecha ella para salir de fiesta con sus amigos ciclistas.
Sin embargo, el olor a muerto parece seguirla a todas partes.
Como en el caso de su filme anterior en el que se adentraba en el mundo de los patinetos, en esta ocasión Hernández Cordón, se involucra en el mundo de los ciclistas, estudiando sus costumbres y atestiguando sus peligrosas maniobras.
Pero al mismo tiempo presenta un retrato femenino acerca de la amistad y sus relaciones.
Atrás hay relámpagos resulta pues una interesante y bizarra visión de la sociedad costarricense.  

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