CINE DE HOY
En una de las salas de la Cineteca Nacional se ha estrenado la cinta francesa Mi padre se llama Lola de Nadir Mokneche, que vende la trama de la cinta desde su propio título.
De acuerdo al guión del propio realizador, el joven afinador de pianos Zino (Tewfik Jallab) queda devastado tras la muerte de su madre Malika (Lubna Azabal, la inolvidable mujer en llamas), y decide buscar a su padre Farid, quien lo abandonó durante su infancia.
En su lugar encuentra a Lola (Fanny Ardant), una maestra de baile oriental, que él cree que es la nueva esposa de su padre, pero quien se niega a darle informes.
Y es que en realidad se trata del propio Farid, quien se cambió de sexo y vive con su amante.
Atormentada por el recuerdo, Lola decide ir a París para contarle la verdad a Zino, pero eso resultará más difícil de lo que pensaba, por los prejuicios existentes.
Contra lo que pudiera esperarse, es un tema que ya ha sido tratado en diversas ocasiones, con diferente fortuna.
El director parisino de Delice Paloma y Goodbye Morocco, trata el asunto bastante sobriamente, sin caer en el sensacionalismo, aunque resulta difícil de creer que la antigua musa de Francois Truffaut haya sido hombre alguna vez.
Lola pater resulta pues una curiosa cinta, que no termina por cuajar y que se queda en una complaciente comedia familiar.
