POR EL GATO SECO.
DESMADRE AFUERA DE ESCUELA
Dicen que se ha perdido mucha gente en Pachuca, señoras, muchachas, jovencitas, estudiantes, niños y niñas. El programa Amber ya no le entra con ganas porque a las señoras se las lleva el sancho a las muchachas el novio; las estudiantes se van de su casa porque sus padres las regañan por burras, a los niños se los lleva el papá o la mamá de las parejas que se divorcian o se dejan.
Detienen a dos sospechosos que sacaban fotos a los niños en la escuela de la colonia 11 de Julio, se juntaron varias gentes, algunas no tenían vela en el entierro; llamaron a los padres de familia para que hicieran justicia con su propia mano, cuando ya los tenían y les estaban dando hasta por debajo de la lengua, los salvó la campana cuando llegó la policía.
José Andrés Hernández y Aniceto Aguilar Ángeles por un pelito de rana y se los lleva el diablo, los padres de familia estaban dispuestos a partirles la madre, pero llegaron los gendarmes a poner paz. Los sospechosos viajaban en una taxi sin placas del sitio Mineral de la Reforma; las familias rodearon a la unidad y llamaron a la policía, el chofer del taxi y el copiloto se les pusieron al brinco a los uniformados, insultándolos y retándolos a madrazos, porque les dijeron qué le hacían caso a gente chismosa.
Los acusados fueron llevados a sus instalaciones de la Policía Municipal, y dijeron los padres de familia que ellos los acompañaban para que les dieran para adentro, porque se la pasan sacando fotos a los niños pero no a todos, sino que los seleccionan. Hicieron una inspección en el coche en que viajaban y encontraron donde se guarda la llanta de refacción, una lista de alumnos y una mochila azul que era de una niña que tenía los ojitos dormilones.
Dijo el comandante que días antes ya habían recibido reportes de la presencia de los detenidos, al mismo tiempo informó, que eran como las 8 de la mañana cuando se recibió el reporte de que dos tipos, que eran hijos de Mafalda, le hacían al fotógrafo con los niños; como estaban muy groseros, aventando patadas y no se dejaban agarrar, los gendarmes llamaron a sus compañeros y a macanazos los subieron a la batea de la patrulla, y los amenazaron de que si seguían de groseros les iban a lavar el hocico con jabón.
En el momento de hacer la captura les encontraron varios teléfonos celulares, dijeron que no encontraron ninguna fotografía de los niños, solo la lista de algunos; que los iban a detener por su actitud de agredir a los uniformados. José Andrés, mejor conocido en el bajo mundo como “El Sorullo” y Aniceto, de 26 y 29 años de edad, uno vive en el barrio Las Lajas y el otro en la 11 de Julio.
Brisna Espinoza, una madre de familia, dijo que ella los vio que le tomaron fotos a sus niños con sus celulares, pero al ver que se acercaban las patrullas, las han de ver borrado. Por eso pide que sean investigados.
Uno de los detenidos le contestó a la señora que quién quiere sacar fotos a sus hijos si están como pinacates igual que ella. Al meterlos a las mazmorras, les quitaron sus pertenecías, las agujetas de su zapatos y sus carteras, para que no se fueran a ahorcar. Mirando muy sospechoso al “Sorullo”, el comandante de guardia abrió la cartera y descubrió que adentro tenía varias fotografías de niños; le preguntó quiénes eran, y le contestó que eran sus hijos, la foto de su vieja y la de su madre pero no la del comandante, sino la de él.
MUERE UN ALBAÑIL AL CAER DE 2 PISOS
Aplanaban la fachada de una casa en la colonia Paraíso, en Tulancingo; el maestro y los dueños se están haciendo como el tío Lolo, no le quieren brindar apoyo a sus familiares del joven albañil que perdió la vida. Se cayó de dos pisos, unos 8 metros de altura, cuando junto con su hermano, estaban echando un aplanado.
Lo que les cuento sucedió en la vivienda marcada con el número 300 de la calle Eulogio de la Barrera; a pesar del accidente, el contratista Erasmo Luqueño y los dueños de la vivienda se hacen patos, dijeron sus familiares que se han vuelto ojos de hormiga y no dicen nada sobre alguna ayuda que le deben de dar.
El infortunado alarife se llamó en vida Alejandro Mendoza García, quien tenía 26 años y era vecino de la colonia Buena Vista de la comunidad de Acatlán. Se llevó un fuerte madrazo en la cholla, por lo que estuvo varios días, muy grave, en el Hospital General de Tulancingo, pero por más que los médicos hicieron la lucha para salvarlo, se lo llevó la calaca. El resultado de la autopsia fue: traumatismo craneoencefálico.
Modesto Mendoza García, hermano del caído, dio a conocer que junto con su carnal Alejandro, fueron contratados por Erasmo Luqueño para los trabajos de albañilería. Estuvieron chambeando por varios días en el domicilio que les dije, y el 26 de junio de este año, en la tarde, fue cuando al estar echado el aplanado en el segundo piso, su hermano sufrió la fatal caída. Modesto mencionó que él estaba dentro de la casa cuando Fernando, su ayudante gritó “Fuera abajo, ya se cayó tu hermano”. Corrieron a la calle y ahí lo encontraron tirado, estaba consciente.
Pidió a los dueños de la casa que por favor llamaran a la Cruz Roja, no lo hicieron, el señor de una tienda cercana les echó la mano y con su celular la llamó, pidiendo apoyo al 066, llegaron los uniformados y trataron de ayudar a su familiar, y cuando llegó la ambulancia lo trasladó al Hospital General, donde quedó internado y les advirtieron los médicos que iba muy grave; tenían que aventarse una lucha mano a mano con la muerte, para salvarlo.
En el Hospital General, durante los días que estuvo, les pidieron varios medicamentos y 10 mil pesos para una intervención quirúrgica. Los familiares fueron a ver al contratista y a los dueños de la casa, pero no los apoyaron.
Al estar como cuchillito de palo con el que contrató, les dio 3 mil pesos y le dijo a Modesto que ya no lo quería ver, que no lo molestaran. Por ese motivo los familiares del fallecido piden a las autoridades que intervengan, incluyendo al seguro social, pero les dijeron que es culpa de ellos porque cuando son contratados deben de exigir al patrón que les dé la prestación social, pero no lo hicieron, así es que ellos están como Pilatos, se lavaron las manos.
ARMADO HASTA LOS DIENTES, SE LLEVAN UN CAJERO
Desde que comenzaron a decir que Hidalgo era el Estado más seguro de todo el país, para demostrar que no es cierto, los delincuentes se han soltado en gran escala, robos, asaltos y crímenes; los agentes investigadores por más que le hacen la lucha, no pueden agarrarlos, además si se enfrentan con ellos llevan la de perder, porque tienen armas superiores a la del Ejército Mexicano.
Un comando armado llegó echando bala a lo canijo, eran unos 15 monos armados, sin tenerle miedo al diablo, al que amolaron fue a un despachador de gasolina que le dieron de balazos. Después muy tranquilamente, los hombres armados amarraron un cajero automático, lo arrancaron y se lo llevaron así de fácil, así de sencillo.
Esto fue en la madrugada del miércoles en la comunidad de El Llano, donde está la estación de gasolina. Eran las tres de la mañana cuando en la zona llegaron 15 sujetos a bordo de unas camionetas, amagaron a los trabajadores de la gasolinera con potentes armas largas y cortas, en rápidos movimientos, apoyados por una cadena, zafaron y se llevaron el cajero HSBC. Logrado su objetivo, se fueron quién sabe por dónde; a los pocos minutos llegaron los uniformados de Tula con sus carabinas bajo el brazo.
Pusieron varios operativos de localización y búsqueda, llamaron a toda la gendarmería, peinaron la zona y andaban en todo el pueblo haciendo un escándalo de todos los diablos, dando vueltas y vueltas. Al ver que no funcionó, pusieron el operativo “Cero” donde intervinieron agentes investigadores, pero regresaron con cero detenidos.
Sin embargo, lo que nos llama la atención es que el robo del cajero que estaba en la gasolinera, sucedió a unos escasos 300 metros de la casa del alcalde Jaime Allende, y en ese lugar todas las noches, permanece vigilado por camionetas patrullas para cuidarle el sueño, pues tiene pesadillas como Maduro, que le van a dar un golpe de municipio.
Al dispositivo de localización se sumó el grupo de coordinación institucional de cooperaciones policíacas, pero valieron grillo. Los empleados de la gasolinera “Param” dieron muy poca información, dijeron que los maleantes se llevaron el cajero con mucha rapidez. El robo a cajeros automáticos ha sucedido en varias partes, como Tolcayuca, Tizayuca y varios municipios del Valle del Mezquital. Uno de nuestros contactos preguntó que quién era el herido de bala, y cuántos plomazos se aventaron.
Les dijo el encargado de la gasolinera que fue puro cuento para hacer la mosca chillar, porque los ladrones llegaron exclusivamente para llevarse el cajero automático, y a ninguno de los trabajadores los robaron, solo les dijeron que no estorbaran sus maniobras, porque estaban de babosos.
ACUSAN DE PREPOTENCIA A FUNCIONARIOS
Una mujer estaba como agua para pelar polos, y soltado madres a los funcionarios de Epazoyucan, pues dijo que el director de Reglamentos y Espectáculos José Isabel Elizalde Herera, así como otra funcionaria greñuda, fueron prepotentes, creyéndose los muy, muy, y abusaron de su poder con el hocico, porque la insultaron groseramente por un accidente vial menor.
Ana Elena Flores se la mentó (perdón) lamentó que aun cuando el alcalde Carlos Santillán le dio la razón y el apoyo, sus órdenes se las pasaron por el arco del triunfo, y no le hicieron caso; “el altanero y mordelón director de Seguridad Pública Roberto Calderón, me obligó a pagar el daño de 450 pesos”.
Declaró que la semana pasada, circulaba a bordo de su automóvil Volkswagen tipo Pointer, en la carretera Epazoyucan-Ocote, a la altura de Piedras Negras, pero al pasar por donde se reducen los carriles porque están ampliando el camino, el Tsuru propiedad de la presidencia municipal, manejado por José Chabela Elizalde y quien iba acompañado de una vieja greñuda, se produjo un rozamiento entre ambas unidades. Los del Tsuru se pusieron a insultarla, que si no sabía manejar, ellos la enseñaban “vieja babosa”.
De forma prepotente, el director de espectáculos y reglamentos exigía que le pagara el espejo, pero Elena Flores se negó; en esos momentos José Isabel se puso como el hombre verde, por un teléfono, llamó al Director de Seguridad Roberto Calderón, y enviaron una patrulla y un oficial, llevándose a la mujer para que arreglara su pez.
La tuvieron en la alcaldía, recogiéndole su licencia de conductora y la tarjeta de circulación, que quedaron como garantía de que ella pagaba el golpe. Al día siguiente, la mujer se presentó con el alcalde y acusó por groseros a sus gatos. “Me dijo que no me preocupara, que no pagara nada, que pasara por mi licencia a la comandancia donde me estaba esperando la pareja de groseros, José Isabel Elizalde y su hermano Roberto Calderón, quienes me obligaron a que pagara lo que en un principio me dijo que valía su cochino espejo”.
La agraviada lamentó mucho que este tipo de funcionarios crean que ellos valen más que el alcalde, se ven que son hijos desobedientes. Ante tal situación de prepotencia y arbitrariedad, dijo que ella no tuvo la culpa del raspón, por eso el alcalde le brindó la atención que se merece, pero sus gatos no le obedecen.
VIOLENTO ATRACO CON PISTOLA
Los bandidos de Río Frío no dejan de operar en el municipio de Tulancingo, en esta ocasión con pistola, cometieron un robo en una gasolinera. Héctor Gómez, de 20 años, despachador en la estación Servicio Huapalco, narró su experiencia, que todavía tiene miedo.
Expuso que como a las 3 de la mañana, estaba trabajando junto a su compañero de bomba, Edmundo Hernández, cuando de momento llegó un chango marango en un coche Grand Caravan café, y quien lo manejaba tendría unos 40 años.
Le dijo al despachador que le pusiera 400 pesos de gasolina pero cuando iba a cobrarle, echó mano a su cintura y sacó una pistola y le dijo: “Dame la feria, no te hagas el valiente porque te relleno de plomo”.
Dijo la víctima que con el miedo, tuvo que obedecer. Le dio mil 500 pesos de la cuenta y el ladrón se fue dando un arrancón, y se perdió entre la oscuridad de la noche, rumbo a Santa Ana Hueyapan.
Le dijo a su compañero lo que había pasado, llamaron al 066, después llegaron los uniformados de la municipal, a bordo de sus camionetas patrullas, y enterados de lo que había pasado implantaron el operativo de localización y búsqueda pero desafortunadamente, no funcionó.
El despachador por instrucciones del encargado, fue a interponer formal denuncia a efecto de que las autoridades correspondientes busquen y detengan a los delincuentes, para que les apliquen el castigo que merecen.