Abraham Mendoza Zenteno, delegado estatal de Programas para el Desarrollo del Gobierno Federal, señaló que trabajan en el trámite para definir la patria potestad de los pequeños que perdieron a sus padres en el terrible suceso.
170 menores de edad, quedaron huérfanos de padre, madre o ambos progenitores tras la explosión suscitada el pasado 18 de enero en la comunidad de San Primitivo, perteneciente al municipio de Tlahuelilpan, así confirmó Abraham Mendoza Zenteno, delegado estatal de Programas para el Desarrollo del Gobierno Federal.
Previo a su entrada a una reunión con algunos miembros de la 64 Legislatura, el exlíder morenista señaló que los niños y adolescentes que perdieron a ambos progenitores están viviendo actualmente con sus tíos u otras personas cercanas, mientras se resuelve su situación en cuanto a la patria potestad.
Indicó que actualmente el gobierno federal está trabajando de la mano con los sistemas de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), tanto municipales como el estatal, para llevar a cabo todos los trámites jurídicos necesarios para poder resolver la situación de la custodia de los menores de edad afectados por la tragedia.
Por otro lado, Mendoza Zenteno señaló que actualmente a los familiares de los heridos y fallecidos se les está otorgando una ayuda equivalente a 15 mil pesos mensuales, esto para que ellos los utilicen en las cosas que ellos consideren pertinentes, “nosotros se los otorgamos para sus traslados, pero ellos tienen esa libertad de gastarlos en lo que necesiten”, argumentó.
Así mismo, detalló que dicho apoyo se les está entregando a aquellas personas que todavía cuentan con familiares heridos y desaparecidos, y abundó que en la medida de las posibilidades se integrarán a las familias y al resto de la población a los programas sociales con los que cuenta el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El delegado federal agregó que se está trabajando en los apoyos para Tlaxcoapan, con el objetivo de que puedan adquirir un terreno en las inmediaciones del panteón municipal y este se pueda agrandar, de la misma manera que ocurrió con el camposanto de Tlahuelilpan.