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Educación secuestrada…

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PIDO LA PALABRA
    •    ¿Dónde quedaron aquellos apóstoles de la enseñanza que nos inculcaron civilidad?, ¿Dónde están aquellos verdaderos maestros que se partían el alma por poner su granito de arena en la búsqueda de mejores mexicanos? Ahora sólo son pieza de museo y por desgracia, los agarran de bandera aquellos, que hoy, de maestros sólo tienen el nombre pero no la vocación

 

A México, cada día que pasa, ese otrora cuerno de la abundancia lo estamos convirtiendo en un traspatio de la ignominia, de la mentira; el lugar en donde la ambición arroja sus peores desechos, disfrazados de buenas intenciones sociales; en este lugar del no pasa nada, los anarquistas están ganando terreno.
 
Tantos años de luchas revolucionarias, tantos mártires que dieron la vida para que sus hijos, nietos, tuvieran una vida mejor, no ha logrado dar sus frutos; frutos jugosos que la voracidad de unos cuantos, lo está pudriendo; y nadie hace nada por resolverlo, al contrario, creo que a este paso tendremos que ir acostumbrándonos a que todo se logra con la fuerza y el chantaje y nada con la razón.
 
Se estira la mano exigiendo privilegios, pero no estamos dispuestos a poner la parte que nos corresponde, en cambio, quienes deben enaltecer la educación, se apoltronan en una vía de tren impidiendo el desarrollo económico del País, sin importar las bestiales pérdidas económicas que ello conlleva, aunado al descrédito gremial.
 
Los maestros, han dejado de serlo en las aulas, y se han convertido en maestros de la contradicción; maestros de la holganza, maestros de la indolencia, pues no les importa que, derivado de los paros magisteriales, haya gente que esté perdiendo su empleo por la ausencia de voluntad de resolver los conflictos a través de la negociación. ¿Dónde quedaron aquellos apóstoles de la enseñanza que nos inculcaron civilidad?, ¿Dónde están aquellos verdaderos maestros que se partían el alma por poner su granito de arena en la búsqueda de mejores mexicanos? Ahora sólo son pieza de museo y por desgracia, los agarran de bandera aquellos, que hoy, de maestros sólo tienen el nombre pero no la vocación.
 
Es deprimente lo que está sucediendo con la educación en México, la enseñanza está secuestrada por la negligencia, por la intolerancia y por los cotos de poder; vergüenza me da cada que veo las imágenes de maestros que actúan como una auténtica turbamulta sin un gramo de sensibilidad hacia los demás, pero también, sin un poco de dignidad, de esa dignidad que no se vende, se defiende pero con argumentos válidos, pues atravesarse en una vía para que el tren no pase, solo significa querer matar su propio movimiento a golpes de intolerancia; podrán tener razón en su pliego de peticiones, pero la forma elegida provoca que la gente les dé la espalda.
 
¿Dónde queda ese prestigio del viejo maestro al que todos acudíamos a pedir consejo?, lo está arrasando la ignorancia, se lo está comiendo la inercia lisiada de creatividad de nuestros tiempos.
 
Buena combinación para la regresión social; educación de baja calidad y manipulación política; quienes conozcan nuestra historia, se darán cuenta que ese es un caldo de cultivo muy peligroso, hoy día alimentado irresponsablemente por todos los que quieren privilegios sin cumplir con sus responsabilidades; diría los abuelos, son gente que quieren tragar chicharrones sin matar el marrano; esas son marranadas. Hoy Michoacán, mañana Oaxaca y después…?
 
Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.