#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
• Hace treinta y ocho años dejó de existir quien fuera un referente del toreo “a la mexicana”
Estimados Amigos saludándolos con el gusto de siempre desde este espacio de Plaza Juárez. Indudablemente, y de manera por demás romántica, todos aquellos que han decidido abrazar la profesión de Torero, sueñan con morir en el ruedo, ya lo decía “El Pana” que era la forma de convertirse en leyenda, sin embargo la muerte sorprende a algunos toreros de manera caprichosa, si bien les ha sorprendido en un ruedo este no ha sido el de un monumental coso taurino, caso concreto el de Antonio Mejías Bienvenida, Jorge “El Ranchero Aguilar”, Francisco Rivera Agüero “Curro Rivera”, quien iniciaron el paseíllo a la eternidad en el redondel de una ganadería.
Precisamente ayer, 27 de enero, se cumplieron treinta y ocho años del deceso de Jorge Aguilar “El Ranchero” quien fuera uno de los referentes del “Torero a la Mexicana”, al lado de Rodolfo Gaona, Fermín Espinosa “Armillita”, Silverio Pérez, Jesús Solórzano, “Joselito” Huerta, Manuel Capetillo, un conjunto de exponentes de la interpretación pura del toreo ejecutado con la profundidad del “sentimiento mexicano”, ese toreo “a la mexicana”, así denominado por no encajar en las escuelas españolas “rondeña” o “sevillana”.
Nació Jorge Aguilar González, en la Hacienda de Piedras Negras, en el Municipio de Tetla, Estado de Tlaxcala, el 29 de abril del año 1927, ser torero era su destino, desde muy niño estuvo involucrado en las faenas del campo bravo, y se dice que a los seis años enfrentó su primera becerra. A los dieciocho años de edad visitó por primera vez de luces, con bastante éxito, en Tehuacán, Puebla. Debutó en la Monumental Plaza de Toros México el día primero de junio de 1947, alternando con Nacho Pérez y el malogrado José Laurentino Rodríguez “Joselillo”, lidiando novillos de la ganadería de Laguna, el de su presentación se llamó “Rabanero”.
El 13 de marzo de 1949, el Matador de Toros portugués Diamantino Francisco Martins Viseu “Diamantino Viseu”, en mano a mano le otorgó la alternativa en la Plaza de Toros de Tlaxcala, cediéndole al toro “Cócoro”, también de La Laguna. Sin embargo renunció a esta alternativa y nuevamente como novillero alcanzó un rotundo triunfo en la Plaza México, cuando el 19 de noviembre de 1950 cortó cuatro orejas y dos rabos a novillos de La Laguna, triunfo que le valió que el 31 de enero de 1951, en la propia Monumental México, el lucitano Manolo Dos Santos le otorgara la borla de Matador de Toros, ante el testimonio de Jesús Córdoba, con toros de La Laguna, el astado de la ceremonia, se llamó cartonero.
Viajó a España,debutando en Barcelona el cuatro de marzo de 1952, alternando con Rafael Llorente y Antonio Caro, con toros de la Dehesa de Natera, confirmó su alternativa en Madrid el 13 de junio de ese mismo año, llevando como padrino a Manolo Navarro, como testigos al mexicano Luis Briones y Jaime Malaver, con un encierro de Manuel García Aleas, el toro de la confirmación se llamó ”Caramelo”.
La trayectoria taurina de “El Ranchero” fue sin duda una de las importantes de los años 50 y 60, dueño de una sólida tauromaquia de toreo profundo y lento, que le llevó a inmortalizar a infinidad de astados.
Se involucró en la vida gremial de los toreros mexicanos ocupando el cargo de Tesorero de la Asociación nacional de Matadores de Toros y Novillos, en donde, dado su fuerte carácter, se granjeó enemistades que lo llevaron a la inactividad, por lo que decide retirarse de los toros en el año 1968 habiendo actuado por última vez de luces en la Plaza México el día 11 de febrero de dicho año, al lado de “Joselito” Huerta y Jesús Solórzano en la lidia de astados de San Miguel de Mimiahuapan.
Sin embargo continuó ligado a la Fiesta Brava participando en las faenas camperas de las ganaderías de Piedras Negras, Coaxamalucan, La Laguna, entre otras en las que picaba a los ejemplares tentados. Precisamente en la dehesa de Coaxamalucan, la mañana del martes 17 de enero de 1981, se llevaba a efecto una tienta de becerras, dirigida por “El Ranchero” y la participación del torero español Lázaro Carmona, entre otros, cuando al estar pasando de muleta Jorge Aguilar a una vaquilla y después de ligarle cinco naturales cayó a la arena a consecuencia de un infarto, fue trasladado a la Ciudad de Apizaco para su atención pero desgraciadamente ya no había nada que hacer pues su muerte fue casi al instante.
Así a las 54 años, Jorge “El Ranchero” Aguilar, dejaba este mundo; hombre de campo, charro, lo que le ganó el sobrenombre de “Ranchero”, vivió intensamente ligado a la Fiesta Brava, su honradez fuerte carácter y don de gente, han sido herencias a no pocos toreros de Tlaxcala, tierra de toros y toreros.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.