Ni el beneficio de la duda
La ocurrente regidora panista y ex candidata a diputada federal, Roxana Montealegre, ya evaluó y sentenció: el Tuzobús será un perjuicio absoluto para sus usuarios. Así, sin más, y con puro sentido común, Roxxy echó por tierra cualquier estudio que se hubiera realizado. Y no va a funcionar nomás porque ella lo dice fundamentada en una sesuda reflexión. La conclusión está claro que es la misma que tenía desde que andaba en campaña. Así que no hay más que reconocer la inteligencia de Rox. Vaya pues que ni un solo viaje ha realizado el Tuzobús y ya declaró que no sirve. Ni el beneficio de la duda.
***
¿De quién es la megapantalla de Zona Plateada?
Una nueva distracción para los de por sí distraídos conductores pachuqueños apareció en la entrada a la Zona Plateada. Bien a bien no se sabe el nombre del propietario, pero tenemos la ligera sospecha de que son de nuevo los del Grupo Pachuca, es decir los famosos Martínez y Fassi. Si con lo anterior pudieran provocarse más accidentes de los que de por sí existen, no importan siempre y cucando sea buen negocio. Una más y nadie les dice nada a estos señores, en caso de que se confirme que son los propietarios.
***
Patronato Acueducto Tembleque, todo un logro
La UNESCO decretó que los Arcos del Padre Tembleque son Patrimonio Cultural de la Humanidad. Y por muchas razones debe reconocerse el trabajo del Patronato que leva el mismo nombre de la gigantesca obra de la época colonial en nuestro país. Fue un trabajo intenso, a veces desalentador, pero que finalmente llega a buen puerto. Pocos lo creyeron cuando los integrantes del Patronato empezaron sus labores para generar recursos a fin de rehabilitarlo, pero sobre todo lograr que la UNESCO fijara su atención en este monumento histórico que en su mayor parte se localiza en territorio hidalguense. Felicidades y un reconocimiento amplio a los que se fijaron esa meta.
***
Sigue el problema de los semáforos
Sigue la calamidad de los semáforos mal sincronizados en la capital hidalguense. Porque unos duran horas enteras en rojo, y otros un suspiro en verde, de tal modo que provocan un tráfico de los mil demonios. Y sospechamos que nada cuesta que los responsables de la vialidad pachuqueña un día se den una vuelta por varios cruceros para comprobar que la pésima sincronización de los semáforos es el origen de buena parte de los embotellamientos en la capital hidalguense. El mejor ejemplo es el que se localiza entre los bulevares Bonfil y Colosio. No mentimos.
***
dudas y comentarios:
twitter: @desexenterado