TEMPORAL
La selección interna priísta para elegir precandidatos(as) a una diputación federal también fue útil para recomponer el gabinete del gobernador Francisco Olvera Ruiz. Desde luego las posiciones más anheladas fueron las secretarías que quedaron sin titular tras un ritual preelectoral que, de tan frecuente, deja poco margen de maniobra a quienes llegan.
Casi todas ocupadas -resta al momento la Secretaría del Trabajo y Previsión Social-, se observan ahora cambios en otras posiciones de menor rango burocrático, pero no por ello despreciables para quienes han hecho del servicio público su modo de vida. Hubo desde luego premios de consolación para los(as) suspirantes que no resultaron favorecidos por el dedo divino… Se valoró desde luego su trayectoria partidista-burocrática, así como el interés supremo del partido: mantener las aguas tranquilas de cara a la sucesión que viene en el gobierno local.
A los cambios en mandos superiores les siguen cambios en cascada, generando cierto grado de algarabía entre quienes permanecen en la congeladora o simplemente ya están aburridas(os) de una posición que poco da para atraer los reflectores. Por eso se candidatean para uno u otro puesto, levantando la mano para atraer la atención del respetable (me refiero al gobernador). Se esmeran en mostrar su mejor cara y como argumento esgrimen que tienen el mejor perfil, el ideal para tal o cual cargo.
Con mensajes no necesariamente cifrados, en medios que antes incluso usaron para el nada amistoso “fuego amigo”, despliegan su estrategia. Lejanos están aquellos tiempos donde la línea única fue: “el que se mueve no sale en la foto” (perdonen la ausencia del lenguaje incluyente, es una frase vieja). Incluso de tiempo en tiempo, el primer priísta del estado se ve obligado a llamarles al orden.
Del otro lado se encuentran quienes aspiran postularse o ya han sido postulados desde un partido opositor. Llaman poderosamente la atención los casos Xóchitl Gálvez y de Luis Manuel Willars, quienes reaparecen en la escena política hidalguense. La primera como aspirante por las vías de mayoría relativa y de representación proporcional, es decir, será de un modo u otro. El segundo, ex director de la entonces paraestatal Compañía Minera de Real del Monte y Pachuca, y, conforme a La Sosa Nostra, benefactor de personajes ligados a la extinta FEUH y desairado durante el mandato de Lugo Verduzco.
En la oposición también hay quienes amagan abandonar las filas de su partido si no se les toma en cuenta. Los amagos, sin embargo, parecen más patadas de ahogado que una cosa seria. Basta poner el ejemplo de la consorte del ex presidente Felipe Calderón, pues si bien fue excluida de los listados plurinominales de su partido, aguantó vara esperando alguna otra vuelta de la vida.
En fin. Si de levantar la mano se trata. Yo la levanto… (ya me dieron ganas de ir al baño).
