El mandatario levantó el documento signado como la prueba de que es un hombre de palabra, y que cumple con el compromiso que les hizo el pasado 26 de septiembre a los familiares de los normalistas.
“Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, clamaron los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en esta ocasión su grito hizo eco, por primera vez en mucho tiempo su dolor fue escuchado.
El conteo del 1 al 43 resonó en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, enfrente de los padres y madres de los normalistas, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el decreto con el que se ordena la creación de la Comisión para la Verdad y la Justicia del caso Ayotzinapa.
El mandatario, con una imagen sobria y pulcra, levantó el documento signado como la prueba de que es un hombre de palabra, y que cumple con el compromiso que les hizo el pasado 26 de septiembre a los familiares de los normalistas.
“Les aseguro que no habrá impunidad ni en este caso tan triste, doloroso, ni en ningún otro. Nos hemos propuesto, ese es el compromiso, acabar con la corrupción y la impunidad en el país”, enfatizó López Obrador en su discurso.
“Yo espero que pronto conozcamos la verdad, se haga justicia y se ponga un ejemplo para que nunca más se viole derechos humanos en nuestro país”, afirmó.
María Martínez Zeferino, madre de Miguel Ángel Hernández Martínez, uno de los 43 normalistas desaparecidos, dijo que aunque hay confianza en el mandatario, la lucha de los últimos 50 meses los ha hecho mantener el recelo hasta no ver resultados.
Le pidió al presidente que la firma no se quede sólo en eso, sino que continúe caminando a su lado para esclarecer los hechos.
“Si usted llega a entregarnos a nuestros hijos, esto va a ser grande, la gente va a volver a confiar en usted”, enfatizó.
El ambiente en el salón fue de esperanza, los familiares rodearon a López Obrador, algunos le estrecharon la mano, otros se acercaron y le hacían algún comentario.
La imagen del presidente López Obrador con los padres de los 43 representa el parteaguas en la investigación, el inicio de una nueva etapa para esclarecer el caso, muestra la esperanza que se enciende en ellos para poder tener a sus hijos de nuevo, no sólo en carteles que tienen plasmado su rostro, como desde hace 50 meses.
