RELATOS DE VIDA
¿Qué pasa cuando tu mamá se comporta como una niña chiquita? Probablemente te ha pasado que llega un momento de tu vida, en que te conviertes en madre o padre, de tus propios progenitores; y no me refiero cuando están en edad muy avanzada en la que hay que darles de comer o cambiarlos cuando si fueran bebés, sino cuando están en pleno disfrute de su vida y quieren dormir al velador.
Por ejemplo, con el avance de la tecnología y se les ocurre ingresar a una red social, en donde publica cada una o si no es que todos los memes que circulan, pero además de todo te etiqueta para que voluntariamente “a la fuerza” lo veas.
Y es tanto el tiempo que es absorbida por esta herramienta mediática, que tienes que llamarle la atención y obviamente, usando su estrategia, lo haces en la misma red social para ponerla en supuesta “evidencia”.
Es cuando escribes en tu muro, “Cuando le vas a dar las buenas noches a tu querida madre y finge estar dormida, pero no sabe que la luz del celular se ve a través de las cobijas. Como niña chiquita”.
También existe el caso que accede a llevar a los nietos a la presentación de algún grupo famoso, y que resulta ser de su agrado; aunque al principio lo hace por cumplir un capricho, después resulta que fue la más divertida.
Y vuelves a usar la técnica de hacerlo público en la red social, con el propósito de evidenciar nuevamente sus locuras y ocurrencias, “Cuando la abuela lleva a la nieta a ver a los Wapayasos, y termina bailando con ellos”.
O cuando un bicho raro, propio de la temporada invernal ingresa en su organismo y tiene que pasar días acostada y encerrada en casa para recuperarse; aunque la cuidas con un caldito de pollo, estás al pendiente de las medicinas y observas que no siga subiendo la temperatura; exige más al término de su estadía de paciente pidiendo una salida, con comida incluida por todo el tiempo que estuvo encamada.
Entonces vuelves a escribir, “Cuando la enferma chantajea a su bendición para que la lleve de paseo.”, texto que va acompañado de una foto en donde tu madre no solamente luce radiante y bella, sino que también muestra una sonrisa burlona.
Si algunas de estas situaciones te han sucedido, sigue los siguientes pasos:
1.- No te enojes ni te frustres.
2.- No la regañes, por el contrario bésala, abrázala, apapáchala y consiéntela.
3.- Y el paso más importante, agradece que está viva y más que viva, puede hacer de tu vida una loca y divertida travesía con cada una de sus ocurrencias.
