CINE DE HOY
A la par que la espléndida retrospectiva de Keisuke Kinoshita, la Cineteca Nacional programó un ciclo con la obra completa de la cineasta argentina Anahí Berneri, que va desde su debut en el 2005 con Un año sin amor que ganó el Teddy en el Festival de Berlín, hasta Alanís, su más reciente película, que obtuvo la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y que forma parte de la LXV Muestra Internacional de Cine.
Anahí nacida en 1975 en Martínez, provincia de Buenos Aires, forma parte de la nueva ola del cine argentino, con realizadoras como Natalia Smirnoff, Laura Citarella, Albertina Carri, poco conocidas en nuestro país.
En Encarnación filmada en el 2007 sobre un guión propio, Mariana Espeja, Gustavo Malajovich y Sergio Wolf, la realizadora sigue los pasos de la madura actriz Emi (Silvia Pérez), que trata de explotar los últimos cartuchos de su belleza, filmando comerciales y esperando otra película.
Mientras tanto, recibe la invitación de su joven sobrina para que asista a su fiesta de 15 años en su pueblo natal, donde es recibida como una celebridad, pero que en donde debe enfrentar la envidia de su familia.
En Aire libre, filmada siete años después, sobre un guión propio y de Javier Van de Couter, la realizadora utiliza como motor dramático de los problemas que existen entre Manuel (Leonardo Sbaraglia) y su esposa, la arquitecta Lucía (Celeste Cid), la construcción de una casa de campo.
Cualquier aspecto de la construcción se convierte en motivo de disputa de la pareja.
Berneri se concentra en historias simples y reales, tratándolas de forma intimista y libre de perjuicios, consiguiendo filmes sencillos, pero mucho más profundos de lo que podría esperarse, dando voz y voto a las mujeres en un país machista.
