Jóvenes descarriados

CINE DE AYER

Otra de las cintas sobresalientes del espléndido ciclo organizado por la Fundación Japón y la Cineteca Nacional, sobre el gran director Keisuke Kinoshita fue Primavera juvenil.
Filmada en 1959, se basa en un guión del propio realizador que narra la historia de cinco amigos que se reúnen dos años después de haber salido de la escuela. Eitaro (Keiji Sada), Kozo (Akira Ishihama), Akira. (Toyozo Yamamoto), Takuya (Kaazuya Kosaka) y Naoji (Yusuke Kawasu).
Este último es el único que ha podido salir del lugar para estudiar en la Universidad de Tokio, por lo que se gana la admiración del resto, que ja tenido que permanecer en el lugar, trabajando al lado de los padres, o en el negocio familiar.
La realidad es que Naoji ha abandonado sus estudios, y ha comenzado a delinquir, y si ha regresado a su pueblo natal, es para huir de la policía y vender parte de lo robado. Argumentando que necesita dinero para sus estudios.
Además, uno de ellos debe casarse con Midori (Ineko Arima) aunque ella ama a otro.
Al igual que en Veinticuatro ojos, Kinoshita juega la carta de la nostalgia y el amor al terruño.
Reflexiona asimismo sobre la amistad y resalta que esta puede variar con el curso de los años, y que en realidad son pocos los que pueden vanagloriarse de una verdadera amistad.
El realizador de La balada de Narayama retrata fielmente el desencanto de esa generación derrotada, que sufre los estragos de la guerra y que ha crecido amargada.
Sekishuncho resulta otro de los filmes que no hay que perderse u que confirma la maestría de este realizador nacido en 1912 y muerto en 1998.   
 

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