Ixmiquilpan
• Querían exhibirlos, quemarlos, al cierre de esta edición los tres (una mujer y dos hombres) seguían en poder de la muchedumbre
Habitantes del barrio de San Miguel en Ixmiquilpan, vandalizaron las instalaciones de la Presidencia Municipal, destruyendo las puertas de la barandilla, para liberar a tres presuntos delincuentes, acusados de haber robado las limosnas en la capilla del poblado.
Por robar en “La Casa de Dios”, cuyo mandato es el amor y el perdón, contrario a ello, los feligreses, “exigieron a la autoridad, liberarlos para exhibirlos en la vía pública, como un escarmiento por rateros”.
En el barrio de San Miguel, en Ixmiquilpan, en la capilla al santo del mismo nombre, las cámaras de seguridad del lugar, captaron cuando presuntamente tres personas, dos hombres y una mujer, ingresaron para robarse las limosnas.
Tras descubrir los hechos, pidieron apoyo a la policía municipal, quienes los aseguraron y los llevaron detenidos al área de retención primaria en la alcaldía.
En seguida, un grupo de personas arribó al lugar, exigieron que los presuntos delincuentes les fueran entregados “nomas tantito”, para exhibirlos en la vía pública.
Luego de negarles la petición, armados con marros, comenzaron a golpear los candados de la barandilla hasta romperlos, para sacar a los dos hombres y una mujer. Desde el interior de la prisión preventiva, un hombre pedía ayuda para evitar el linchamiento público.
“Vamos a quemarlos”, gritaban algunas mujeres que estaban encabezando el vandalismo a la barandilla. Según ésta porque estaban hartos de los delitos que se han cometido en el barrio, de robos principalmente
Los hombres retenidos, fueron sacados por la fuerza, golpeados y humillados públicamente.
Una mujer que lideraba a la turba gritaba: “hay que amarrarlos, vamos a amarrarlos”, mientras la multitud católica festejaba el logro, de destrozar las barandillas y liberar a los presuntos delincuentes.
Uno de ellos dijo ser del municipio de Actopan y de Progreso de Obregón, dijeron, que no les encontraron ningún dinero o bienes de los que les acusaron haber robado. En tanto que la policía municipal se mantuvo expectante… nada más.
Hasta el cierre de esta edición, la grey católica continuaba con su exhibición pública de quienes entraron a allanar la capilla del poblado.
