Grecia le roba el aliento al mundo financiero, pero no a México

NÚMEROS CLAROS

 

Grecia parece robarle el aliento al planeta, pero no a México, donde al gobierno sigue viendo con optimismo sus reformas y el futuro de la economía nacional, pese al mediocre crecimiento de 1-9%, hasta ahora, de la economía nacional en lo que va del sexenio. Nada puede afectar a México, o nada parece afectar en el discurso a un país dividido en dos, el de los más de 30 millones de hombres y mujeres que trabajan en la economía informal y los más de 53.3 millones de pobres; y el otro México, el de los discursos, el del glamour, el de las cenas con los reyes y desfiles de modas de la primera dama.

            Pese a ello, Grecia parece ser más que un “catarrito” y continúa acaparando la atención de todos los medios en el planeta y mantiene en la incertidumbre al sistema financiero internacional. Hoy, al leer esta columna, Grecia habrá declarado su moratoria a la deuda ante la imposibilidad de reembolsar 1,600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), o sus acreedores (FMI, Banco Central Europea -BCE- y Comisión Europea) habrían accedido a la petición de Atenas de tener una semana de prórroga, en tanto se realiza el referéndum el próximo 5 de julio, para consultar al pueblo si aceptan las condiciones del nuevo programa de ajuste del FMI, caracterizado por más austeridad de la que han soportado en los últimos cinco años y la cual los llevó a elegir a Alex Tsipras, comprometido en poner fin a la austeridad y la miseria.

            Después del fracaso de la negociaciones entre Grecia y sus acreedores el sábado pasado, al negarse a aceptar las propuestas del gobierno griego y al anunciar éste último la consulta popular; luego de los controles al capital establecidos este fin de semana, poniendo límites a los retiros bancarios y disposiciones de efectivo en los cajeros, cerrando los bancos hasta el próximo lunes 6 de julio, ayer lunes las bolsas en el mundo registraron números rojos. El IPC en México retrocedió 855.98 puntos y en Nueva York en Dow Jones 350.33 puntos, mientras en Asia y Europa los índices bursátiles seguían la misma tendencia. Esta situación llevó la cotización del peso mexicano a superar los 15.90 pesos por dólar, cerrando en 15.66 pesos por divisa verde.

            Pese a ello, el optimismo del secretario de Hacienda, el Dr. Luis Videgaray, salió diciendo que en México se descarta cualquier afectación a la economía provocada por la crisis Grecia. Además se atrevió a decir, que un ejemplo de la estabilidad era que los mercados cambiarios de Latinoamérica operan con orden y liquidez, al tiempo que los medios de América del Sur señalaban que las acciones en las bolsas habían caído y las monedas regionales retrocedían después del fracaso de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, empujando a los inversionistas a protegerse en los títulos del Tesoro de los Estados Unidos.

            Lo cierto es que, en un ejemplo de democracia y enfrentando todos los riesgos, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, quiere que los griegos deciden sobre las reformas exigidas por los acreedores a Atenas, algo que no tiene precedente. El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha señalado que el texto que proponen no es un “programa de austeridad estúpido”, pero en él están implícita más medidas presupuestarias dolorosas para los griegos y la exigencia de más ahorros públicos adicionales, pese a que los objetivos de superávit primarios se han modificado, 1% en 2015 y 2% en 2016, contra el 4.5% y 3% originales.

            Alexis Tsipras quería distribuir las cargas tributarias e introducir un impuesto de solidaridad para los más ricos, lo cual ha sido rechazado por los acreedores, objetando un impuesto excepcional propuesto por los acreedores del 12% a las empresas que llevaría beneficios de más de 500 mil euros. Los acreedores también proponen un impuesto sobre los propietarios de buques, pero lo más preocupante para los griegos ha sido la reforma del IVA, que afectaría las tarifas eléctricas y el turismo, tema en el que los acreedores quieren pasar de las 6 tasas existentes hoy a sólo 3, pero los banqueros no ceden en su programa y pretensiones de aumentar el IVA en el consumo de la energía eléctrica y en los hoteles.

            Los acreedores han moderado sus propuesta y el programa no exige recortes a pensiones y servicios públicos o reducción de los salarios, aunque prevé modificar las edades de jubilación y modernizar la escala salarial en el sector público; pero no . Sin embargo, no cumple con el compromiso del gobierno de aumentar el salario mínimo y restaurar los antiguos convenios colectivos del trabajo, prestaciones sociales que perdieron los griegos con los primeros programas aplicados desde hace cinco años. No obstante, propone soluciones sobre el nivel del salario mínimo, las normas de despido y los convenios colectivos de trabajo.

            El Eurogrupo ha estado haciendo revisiones a las posiciones griegas y, en el momento en que escribo estás líneas, se habla de discusiones entre los países de la zona del euro para evitar que Grecia declare la moratoria y salga de la zona, lo cual podría ser considerado como un fracaso del proceso de integración de la Unión Europea y abrir las puertas para el desgajamiento de una federación de estados que, mal o bien, ha marcado la pauta en la formación de bloques y ha sido un ejemplo para muchos países, en especial para América Latina.

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