CINE DE MAÑANA
Dicen que las verdaderas víctimas del divorcio son los hijos, que quedan enfrentados con los padres, y tarde o temprano deben tomar partido.
Esto queda perfectamente demostrado en Por un hijo, un espléndido melodrama de Xavier Legrand a cuya premier nos invitaron los buenos amigos de Caníbal.
De acuerdo al guión del propio realizador, Miriam Bensson (Lea Drucker) se ha divorciado del violento Antoine (Denis Menochet), quien exige ver a sus hijos.
La mayor Josephine (Mathilde Auneveux) está a punto de cumplir 18 años y ha manifestado que no quiere volver a ver a su padre, que la lastimó al encontrarla con su novio.
En cambio el pequeño Julien (Thomas Gioria) es obligado por una jueza a ver cada semana a su padWre, y soportar sus interrogatorios sobre su domicilio, y sobre las nuevas relaciones de su madre.
Desde Abre tus ojos de Iciar Bollian, no habíamos visto una cinta acerca de la violencia doméstica que estremezca tanto como ésta.
Julien está espléndido como el temeroso e indefenso niño que tiene que soportar los estallidos de cólera “de su amoroso padre”.
El mayor mérito del novel director de Antes de perderlo todo, es que no manipula al espectador, sino que lo deja que vaya descubriendo poco a poco la terrible verdad.
El reparto está espléndido y muy contenido.
Jusqu’a la garde resulta una estremecedora visión acerca de la violencia doméstica y las vicisitudes de los hijos del divorcio, que no hay que perderse.
