CINE DE MAÑANA
Sin duda alguna la francesa Grabielle Sidonie.(1873-1954), mejor conocida como Colette, es una de las escritoras más controvertidas de la historia y por ello resultaba particularmente interesante ver Colette, una cinta de Wash Westmoreland a cuya premier nos invitaron las buenas amigas de Diamond Films.
De acuerdo al guión del propio director y Richard Glatzer, Grabielle es una tímida adolescente (la bella Keira Knightley) que vive en su natal Saint Sauveur en Puisaye, hasta que es conquistada por el sibarita Henry Gauthier Villars (Dominic West).
Conocido en el ambiente parisino como Willy, es un escritor y periodista que contrata a otros como Marcel Schwob (Al Weaver) para que escriban sus obras.
Sin embargo es un derrochador que gasta en amantes y francachellas todo lo que gana y no tiene para pagarles.
Convence entonces a su mujer de que escriba sus aventuras con el personaje de Claudine, que se convierte en un best seller.
Cansada de ser explotada y de las infidelidades de su esposo, Colette descubrirá el amor lésbico con una norteamericana y emprenderá su camino hacia la libertad.
El director inglés de Siempre Alicia se decanta por el lado escandaloso de la vida de la escritora, que ya había sido llevada a la pantalla grande en cintas como Becoming Colette de Danny Huston o Colette de Milan Ciesler, además de miniseries televisivas.
Colette resulta pues un buen inicio para adentrarse en la vida y obra de una de las más importantes escritoras de la literatura francesa, cuya obra hay que revalorar.
