#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
• La diputada local del Partido Verde Ecologista por la Ciudad de México, Alessandra Rojo de la Vega Piccolo, presentó una iniciativa de ley para prohibir la fiesta de toros en la Ciudad de México.
Estimados amigos, saludandolos con el gusto de siempre a través de este espacio de Plaza Juárez. No bien se ha constituido la Primera Legislatura de la Ciudad de México y la Diputada Plurinominal por el Partido Verde Ecologista Alessandra Rojo se de la Vega Piccolo, presentó el pasado día 4 de octubre una iniciativa de ley para prohibir la fiesta brava en la Ciudad de México a través de la modificación de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos de la Ciudad de México.
La diputada Rojo de la Vega Piccolo, argumenta una serie de conceptos carentes del más elemental conocimiento de la fiesta de toros, su contenido cultural y artístico, si aunque no tengan la capacidad de reconocerlo los detractores de la tauromaquia, así como tergiversa manifestaciones de la UNESCO pretendiendo con ellos justificar abolición de la fiesta brava, se dice, además, apoyada por todas las bancadas del Congreso local de Ciudad de México, cuando la realidad es que se han sumado al nuevo intento prohibicionista del Partido Verde, un diputado de Morena, tres legisladores del PRD y uno del PAN, caso curioso, salvo el diputado por Morena los demás no resultaron electos en los pasados comisión por la ciudadanía, habiendo llegado a la curul que ocupan por la vía plurinominal. En fin.
Señala la diputada Rojo de la Vega, que en primer término se buscará cambiar la denominación de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en el Distrito Federal a Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México y posteriormente prohibir en dicha ley, como espectáculo, las corridas de toros, novillos o becerros, proponiendo multas equivalentes a 8 mil veces la unidad de cuenta de la Ciudad de México vigente, que es aproximadamente de 644 mil 800 pesos.
En sus argumentaciones manifiesta, entre otras cosas, que “las corridas de toros son lo más retrógrado, precario y arcaico que tenemos como civilización”, agregando que “la tauromaquia se ha abolido en países como Portugal, Ecuador, Venezuela, Colombia, Francia y hasta España, poco a poco las están erradicando y afortunadamente también varias entidades federativas de nuestro país como es Sonora, Coahuila, Guerrero, ya lo han hecho”, es lamentable el desconocimiento de la diputada sobre el tema Taurino a nivel internacional y más lamentable que lo exprese pretendiendo con ello impulsar una iniciativa que cada cambio de legislatura pone de moda su Partido, por cierto de muy cuestionable calidad moral de sus integrantes, de la dirigencia hacia abajo; alguien debe ilustrarla y explicarle que las corridas de toros no han sido abolidas “en países” como Portugal, Ecuador, Venezuela, Colombia, Francia y mucho menos en España, en tanto que de los Estados de la República Mexicana que cita, Sonora y Guerrero han tenido un mínimo de actividad taurina, en tanto que en Coahuila la pretendida abolición de la fiesta de toros se debió a una venganza política del anterior gobernador en contra de un importante empresario coahuilense, que además es propietario de dos ganaderías de toros de lidia. Por otro lado cita que la UNESCO definió a la tauromaquia como “el malhadado y venal arte de torturar y matar animales en público y según unas reglas. Traumatiza a los niños y los adultos sensibles. Agrava el estado de los neurópatas atraídos por estos espectáculos. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación, la ciencia y la cultura”, el caso es que a la fecha no se ha demostrado en fuentes oficiales, que pueda ser atribuible a la UNESCO, que promueve el respeto de las culturas y tradiciones de los pueblos, el haber emitido un pronunciamiento tan radical y excluyente.
Pero, ¿quién es Alessandra Rojo de la Vega Piccolo?, es licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, practicante vegana, que en las revistas rosas, como se dice en España, de la Ciudad de México se le señala como una “socialité miembro de una reconocida familia” de empresarios mexicanos propietarios de centros nocturnos y restaurantes en los que -inevitablemente- se sirven platillos a base de carne. Aunque en ocasiones los socialités pierden el estilo, pues el pasado mes de febrero de este 2018 el padre de la diputada, Martín Rojo de la Vega y el hermano de ésta Gabriel Rojo de la Vega Piccolo, agredieron a un conductor en el segundo piso del periférico de la Ciudad de México, por un incidente de tránsito, hecho que tuvo amplia difusión en los medios informativos, el agredido iba en compañía de algunos niños, en esa ocasión, ante la condena en redes sociales por la conducta de los Rojo de la Vega, la política publicó en su cuenta de Instagram “No se crean todo lo que ven, no crean la primera versión. Para publicar algo hay que investigar, conocer bien del tema y sobre todo no juzgues, no critiques. Que probablemente tampoco seas perfecto, como dicen: ‘Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra’ entonces hay que parar esto y frenar esto que hace sentir mal a la gente”, aquí le pediríamos a la señora Rojo de la Vega congruencia, hay que investigar, conocer bien del tema para opinar y sobre todo para pretender prohibir.
En cuanto a su consigna “por una mejor sociedad, menos violenta, más educada y con un mejor futuro, no a las corridas de los toros”, diríamos no a los legisladores incultos, que en frivolidades desatienden las necesidades reales del pueblo.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.