• Gana Morena, pierde Grupo Universidad
El virtual arreglo para que hoy mismo quede conformada la primera Junta de Gobierno del Congreso del Estado de Hidalgo, representa un momento importante en la historia política de la entidad. Porque sin duda que la mayoría de Morena llevaba mano en este ejercicio de poder, pero de Mo-re-na, no del Grupo Universidad, que por todos los medios buscó imponer a uno de sus alfiles en la presidencia, es decir colocar una pieza totalmente manipulable al servicio de los intereses del ex rector Sosa Castelán.
Con todo y lo discutible que es la figura de Ricardo Baptista González, por su profunda relación de intereses con el arriba mencionado, es claro que recibió la instrucción precisa y clara de responder al partido que finalmente lo llevó al cargo, y no de un personaje que impulsó una serie de barbaridades como la desaparición de poderes y juicio político al gobernador de la entidad.
Vaya pues, el problema logró destrabarse no por intercesión del Presidente del Patronato Universitario, sino precisamente lo contrario, gracias a que se le alejó y no se le permitió opinar en un partido al que ni siquiera pertenece.
Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo de México, dio la puntilla a los sueños de quien quería ser YA, gobernador interino del Estado, al manifestar directamente a un grupo de enviados del Grupo Universidad en el evento de la Plaza Juárez del domingo, que a toda costa le gritaban que destituyera al mandatario hidalguense, que ni tenía vocación de cacique, y tampoco de dictador.
Es más, les precisó que había detectado muchas coincidencias con el gobernador del Estado, y pidió a los diputados de Morena, que son todos, trabajar con respeto y sentido de colaboración para lograr un mejor Estado.
Está claro que AMLO ya fue informado de manera muy clara de quién es el personaje que se había tomado atribuciones absolutas para el manejo de la bancada morenista en la Cámara de Diputados de la entidad. Está claro que es un político de mucha experiencia y que de ninguna manera iba a caer en las trampas que le tendió el susodicho para generar un choque frontal con el Fayad Meneses.
Está claro también, que futuros funcionarios de su gabinete de muy alto nivel, como Tonatiuh Herrera Gutiérrez, le informaron paso a paso la historia de quien se había asumido como representantes único en tierras hidalguenses de AMLO.
Así que hoy mismo, con toda seguridad, quedará conformada la primera Junta de Gobierno del Congreso del Estado, y es evidente que la presidencia recaerá en Morena, pero en Mo-re-na, no el Grupo Universidad.
López Obrador es un hombre práctico pero no por ello desconoce quién en términos reales representa su proyecto de país en una entidad como la nuestra, y quién no.
Ya el gobernador Fayad había adelantado esta eventual solución, en el entendido de que sí, Morena tiene mayoría, pero no el Presidente del Patronato Universitario.
Es más, este conflicto, permitió al Presidente electo, conocer a un gobernador que ha fincado su estilo de gobierno en escuchar la opinión de todas las corrientes políticas y manifestar la propia.
Y algo fundamental. AMLO puntualizó con claridad que la campaña terminó, y es tiempo de asumir los retos de la realidad. Un primer paso es evitar actividades facciosas al interior de su partido, que es Morena.
De manera clara la Junta de Gobierno morenista, llega a la presidencia del primer año, pero ya sin la cadena que les había colocado el dirigente del Grupo Universidad. La cartilla les fue leída: si deben a alguien la diputación, es a López Obrador y a nadie más.
Más claro, ni el agua.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
CITA:
Vaya pues, el problema logró destrabarse no por intercesión del Presidente del Patronato Universitario, sino precisamente lo contrario, gracias a que se le alejó y no se le permitió opinar en un partido al que ni siquiera pertenece.
