CIPRIANO CHARREZ Y ARTURO APARICIO,
DOS NEGOCIANTES DE LA POLÍTICA
Uno en el Valle del Mezquital y el otro en Pachuca, pero los dos, hábiles para hacer de la política un modo de vida bueno, no sólo para ellos sino para sus incondicionales y desde luego para sus familias, que se acostumbran a disfrutar de buen dinero que les llega por los mil caminos que tiene el dinero público, que finalmente es de usted, porque usted lo gana con su trabajo y lo entrega al país, vía sus impuestos.
Desde luego, es lo que se ve, y lo que se opina, y que todo mundo puede sospechar, por lo menos en el actuar de estos dos personajes, por cierto simpáticos, que hacen de la política una actividad por lo menos sospechosa, y que la rebajan tanto que los ciudadanos la rechazan como ejercicio sano en beneficio del pueblo, y la ven en el concepto despectivo de, terreno de gente abusiva que sólo la usa para su provecho y para llevarse el dinero.
El señor Presidente municipal de Ixmiquilpan, con indudable capacidad para actuar entre las comunidades y para ser líder de sus necesidades, ha tenido un relativo éxito que poco a poco pierde, por los abusos que ha cometido siempre a favor propio o de sus familiares o de sus incondicionales, en abierta confrontación con la autoridad estatal, sin entender que sólo con la colaboración y la solidaridad responsable entre municipio y estado, se puede avanzar para bien del municipio y del estado.
El concepto de autonomía municipal que ha esgrimido como bandera para mantener un alejamiento del gobierno del estado, le ha servido bien poco a su municipio, pues es más lo que ha perdido que lo que ha ganado, aunque seguramente entre sus allegados, puede presumir que no es un servidor del ejecutivo del estado, pese a que una y otra vez, el mensaje que se le ha hecho llegar es que lo que se le pide es coordinación solamente.
Sin embargo, donde las cosas no caminan es en el ejercicio del poder, donde el señor presidente no parece tener la habilidad para mandar con sentido de poder, pues son muchas las confrontaciones que ha tenido con sus regidores, hasta el grado de tener que llegar hasta el Congreso con sus querellas.
Las comunidades se quejan de no ser atendidas con sentido de imparcialidad y en casos como el de hace unas horas, en donde pobladores de López Flores se enfrentaron a golpes con seguidores de Avance, organización del hermanito del alcalde Vicente Charrez, a la que el señor autoridad quiere que se le asigne una obra carretera, nos habla de corrupción o tráfico de influencia en la cuestión de la obra pública, situación que deja muy mal parado al señor presidente.
CADA HERMANITO CON SU NEGOCIO
En el caso de los Charrez ya le encontraron al modo y cada uno de ellos, empezando con el alcalde, son dueños de su propia organización, desde la cual mueven sus intereses, o sus gestiones para tener “obras” para sus representados, que no es más que DINERO que al final, les deja ganancias una vez que se aplica en la realización de las mismas, claro, ya que se tiene el aval del ayuntamiento, que en este caso es el de Ixmiquilpan, desde donde el señor Cipriano se despacha con la cuchara grande para beneficiar a VICENTE con “AVANCE”, y a PASCUAL con “SION” y finalmente, a JOSÉ con “BICENTENARIO”, sin dejar fuera a la propia que no es otra que MIO (Movimiento Indígena Otomí), donde despacha como dirigente provisional quien fuera su director de reglamentos, Marcial Quezada.
Un negociazo familiar, faltaba más, pues gestionan las obras en nombre de las comunidades, a lo que tienen derecho como líderes de las comunidades, con el aval del hermanito, y después a cobrar las comisiones, lo que ya es una costumbre -eso dicen- en estas cosas.
Lo malo del asunto es que al parecer, su trabajo de gestión no sólo es en Iximiquilpan sino que se amplía hasta los municipios de Cardonal, Tasquillo y Alfajayucan, donde se dice, uno de los brothers tuvo ganancias por uno de sus proyectos, cercanas al millón de pesos.
Eso se dice.
Si esto no es hacer de la política un buen negocio, entonces no sabemos qué sí lo sea.
Todo esto es lo que se dice entre la ciudadanía y entre los observadores del quehacer político en el Valle del Mezquital, donde los Charrez tienen una famita nada buena, porque a su indudable capacidad de liderazgo, se impone cada vez más, su viveza para los negocios, con lo que pierden cada día la fuerza que ellos piensan que tienen, pero que por lo menos en la elección del 7 de junio, no se vio.
Sin embargo, será la jornada electoral del primer domingo de junio del 2016, cuando se elija alcalde de Ixmiquilpan, cuando se vea qué tan fuertes son los Charrez, y cuánto han perdido por los desfiguros de don Cipriano, de quien se dice, que ha llegado a decir que para que cambie este municipio, hacen falta 15 años de los Charrez en el poder.
Porque ellos, seguramente ya piensan en Vicente o en Pascual para buscar la presidencia municipal, lo que sería una verdadera desgracia para este municipio.
DON ARTURO APARICIO
Es un caso de la picaresca grilla de Hidalgo.
Era o es el dueño del Partido del Trabajo, del que dispuso a su antojo, sobre todo del dinero que se le daba a este partido, y de los puestos o cargos que se lograban, de tal manera que un tiempo, era su presidente y luego diputado, y así se la iba pasando, pero siempre con la nómina a su servicio.
Desde luego esto le daba la oportunidad de estar con la puerta de palacio de gobierno abierta a sus necesidades, y con buena cuenta bancaria.
Vivía bien sin duda alguna, porque SU PARTIDO de alguna manera, era necesario para las jugadas políticas.
Pero de pronto, se apagó, resulta que no existe más, y que ya no es necesario y que por lo mismo, la mina de oro se cierra y que lo más seguro, es que tenga que trabajar para tener dinero, lo que es una maldición para alguien que por años, sólo tenía que ir al banco a recoger el dinero.
Como quien dice, se acabó el paraíso.
La política como negocio, todo indica que se terminó.
Aunque quién sabe, porque ya habló de que piensa fundar otro partido para ayudar a los pobres de Hidalgo…
Si usted quiere formar parte de su partido, apúntese…..
Son sólo dos ejemplos de casos en que a lo mejor se explica, por qué los políticos son tan mal vistos.
A lo mejor…
