La claves es el Grupo Universidad, no Morena
En el fondo del conflicto que parece imposible de solucionar en el Congreso del Estado, se encuentra la intransigencia de un personaje que ayer fue evocado de manera constante durante el intento de Grupo Universidad, abiertamente poseedor de todos los derechos de Morena, por quedarse con la presidencia de la Junta de Gobierno del primer año. Se trata, evidentemente, de Gerardo Sosa Castelán.
Con todo y que la dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional, Yeydckol Polevnsky, había abierto la posibilidad de cambiar al coordinador de la bancada morenista, Humberto Veras Godoy, para terminar con la parálisis de la LXIV legislatura, la primerísima acción ordenada por el personaje citado fue poner en marcha un acuerdo ilegal para sentar sus reales en la sede del Poder Legislativo.
Es cierto, las modificaciones realizadas por los ahora ex diputados a la Ley Orgánica son más que cuestionables, pero al final de cuentas tienen un soporte legal, que de ninguna manera pueden echarse para atrás con otra medida de similares características, pero a todas luces ilegal, ilegítima.
Sin duda se esperaba una solución definitiva a esta pugna de poder, en la que Sosa Castelán ha decidido jugarse el todo por el todo sin abrir espacio alguno al diálogo. Observemos, ya no se trata de un partido político, el del Presidente Electo de la República, sino de un grupo de poder que desde hace más de 36 años ha usado a su entero gusto la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo para sus fines muy particulares.
Muy posiblemente con sus acciones ha pasado el Río Rubicón, lo que implica que ya no habrá retorno y las dos únicas posibilidades a futuro serán ganar o perder todo. No habrá consecuencias a medias.
Lamentable también la presencia de personas que poco o nada tenían qué hacer en la sede del Congreso, y que pudieron derivar en un enfrentamiento de consecuencias inimaginables, si el líder del Grupo Universidad hubiera decidido mandar a un selecto equipo de choque. Por fortuna no fue así.
El hecho sustancial, más allá del tinglado en que se ha convertido la Cámara de Diputados, es que la maniobra impulsada directamente por el Jefe Político de Morena en la entidad, que de ninguna manera es morenista, fue detenida por los legisladores de los otros partidos.
El resultado es que la sesión constitutiva se mantiene en el limbo, y de persistir las actitudes intolerantes para llegar a algún acuerdo nadie ganará nada.
Hoy como nunca Gerardo Sosa se ha convertido en un personaje conocido en todo el Estado y el país, porque no solo reta al gobierno estatal sino al federal que asumirá funciones el 1 de diciembre. Su prisa por llegar a ser gobernador interino, le ha impedido valorar otra opción que no sea la suya para conformar la Junta de Gobierno 2018-2019.
Por enésima ocasión ordenó sabotear un acuerdo que ya se había logrado con la participación de la dirigencia nacional de Morena, por la simple y sencilla razón de que bajo ninguna circunstancia aceptará que le atrasen el proyecto para poner en marcha su objetivo central que es tomar el Poder Ejecutivo por asalto, o lo que es lo mismo, insistir en la desaparición de poderes en la entidad.
Resultó patético observar a una representante personal de Sosa Castelán, la diputada Roxana Montealegre, criticar a los legisladores minoritarios por querer quedarse con “los privilegios” de pasadas juntas de gobierno que nunca transparentaron el uso de recursos. Bien haría en exigir lo mismo dentro de la UAEH, específicamente en el Patronato Universitario.
En síntesis: en tanto el líder del Grupo Universidad persista en ordenar a sus diputados cerrarse a un eventual arreglo a través del diálogo, las cosas no cambiarán.
Y es evidente que el problema no es Morena, es un grupo político que se apoderó de las decisiones en ese instituto político. Vaya pues, Gerardo Sosa no es un tema aparte, es parte sustancial del conflicto y en ese sentido tendrá que intervenir directamente la dirigencia nacional morenista, para explicarle que una cosa es que dio apoyo a la campaña de AMLO y otra que quiera manejar a su antojo un partido que de ninguna manera es de su propiedad.
Mil gracias, hasta mañana.
@JavierEPeralta
CITA:
Hoy como nunca, Gerardo Sosa se ha convertido en un personaje conocido en todo el Estado y el país, porque no solo reta al gobierno estatal sino al federal que asumirá funciones el 1 de diciembre. Su prisa por llegar a ser gobernador interino, le ha impedido valorar otra opción que no sea la suya para conformar la Junta de Gobierno 2018-2019.