Home Nuestra Palabra José Luis Ortiz Santillán De la euforia al fin del TLCAN

De la euforia al fin del TLCAN

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NÚMEROS CLAROS

    •    Por ahora, sin conocer los detalles de lo acordado, han concluido cinco semanas de viajes a Washington de los negociadores mexicanos, orientadas a solucionar las discrepancias bilaterales entre México y los Estados Unidos dentro del TLCAN


El mundo reaccionó de inmediato cuando este lunes el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su administración había llegado a un acuerdo bilateral con México sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), después de más de un año de renegociaciones entre los tres países que lo firmaron en 1993. El presidente Trump hizo el anuncio después de una conversación telefónica con el presidente Enrique Peña Nieto, en una declaración desde la oficina Oval de la Casa Blanca en Washington.
Semanas atrás, el presidente Trump había señalado lo complicado de las negociaciones trilaterales entre su país, México y Canadá, dejando entrever la posibilidad de que su país optaría por poner fin al TLCAN y firmar dos tratados bilaterales con sus dos socios de América del Norte. Ahora, este acuerdo bilateral, negociado a marchas forzadas este fin de semana, levanta uno de los obstáculos para la continuidad del Tratado que entró en vigor el 1 de enero de 1994, hace 24 años, el que ha sido calificado por el presidente Donald Trump como un desastre para su país; no obstante, al insistir sobre el cambio de nombre, el presidente Trump, deja entrever su pretensión de hacer del Tratado  un simple acuerdo comercial y olvidarse del desarrollo de la zona de libre comercio creada con la firma del TLCAN en 1993, poniendo fin a la integración regional deseada inicialmente y al sueño americano de México.
Después que conversara con el presidente Enrique Peña Nieto por teléfono e invitara al Primer Ministro Justin Trudeau a concluir una negociación trilateral esta misma semana, el presidente Trump señaló que era un gran día para el comercio, precisando que el TLCAN es “realmente un muy buen acuerdo para nuestros dos países”, en un lenguaje ambivalente y sospechoso, difícil de creer que estaba diciendo la verdad.
El presidente Trump escribió en Twitter por la mañana del lunes: “Acabo de hablar con el primer ministro Justin Trudeau sobre el estado actual de las negociaciones y el progreso del TLCAN entre México y los Estados Unidos; le he dicho lo importante que es volver a unirse al proceso de negociación del TLCAN, concluir la negociación trilateral esta misma semana”, precisaba. Uno se pregunta si Canadá permitirá que los Estados Unidos y México le impongan condiciones, sí el primer ministro Trudeau está listo para, sin chistar sobre lo acordado por los dos países, aprobarlo en unas cuantas horas.
A pesar de que Canadá ha reiterado estar listo para unirse a la mesa de negociaciones; lo anterior parece indicar que el presidente Trump busca culpar a ese país de poder concluir las negociaciones y no poder firmar el TLCAN. Con ello, el presidente Trump tendrá elementos para dividir el Tratado en dos acuerdos bilaterales por separado, algo que en el fondo ha deseado y planteado abiertamente en Twitter y en entrevistas públicas.
Recordemos que Canadá no participó en esta etapa de las negociaciones y se dijo que se uniría a las discusiones cuando México y los Estados Unidos llegaran a un acuerdo. Ahora el presidente Donald Trump quiere negociar rápidamente los asuntos pendientes con los canadienses y concluir las negociaciones del TLCAN el próximo fin de semana, pero bajo la amenaza de imponer impuestos a las importaciones canadienses si no se someten a sus deseos. Bajo esas condiciones, será imposible que los canadienses accedan a las propuestas de los Estados Unidos, un país que no sólo es su principal socio comercial, sino también militar y político.
Por ahora, sin conocer los detalles de lo acordado, han concluido cinco semanas de viajes a Washington de los negociadores mexicanos, orientadas a solucionar las discrepancias bilaterales entre México y los Estados Unidos dentro del TLCAN. Sin embargo, si bien al gobierno saliente le interesa firmar el nuevo Tratado antes del 1 de diciembre y presentarlo como el mayor de sus triunfos económicos y diplomáticos en el sexto y último informe del presidente Enrique Peña Nieto, la realidad es que Canadá requerirá tiempo para estudiar los resultados de las negociaciones México-Estadounidenses, para negociar sus diferencias con los Estados Unidos y ratificar el TLCAN.
No obstante, los empresarios de los tres países y sus trabajadores, son los más interesados en que el TLCAN pueda sobrevivir a las políticas proteccionistas del presidente Trump y continuar; pues ellos serían los perdedores si no se logra un acuerdo trilateral que permita profundizar la libre circulación de mercancías, servicios y capitales, entre los tres países; a lo cual, los próximos días serán definitivos y los escándalos en los que está inmerso el presidente estadounidense, podrían ayudar a que sobreviva en Tratado.