PEDAZOS DE VIDA
I
Cuando la cobija envuelve la masa es momento de echarla al bote, de hacer que la hoja de maíz se moje con el vapor, mientras su interior se cuece. Después una nube invisible se encarga de hacer notar que los tamales están listos, que ya se pueden comer si es que no quedaron pintos, pero es imposible, la tía Eugenia le pintó una cruz con masa para que eso no suceda.
Afuera: entre el café, las flores y ahora los tamales, ha comenzado un desfile de aromas que se pierden con el llanto y los lamentos, los rezos continúan y la letanía se hace eterna para abrir un espacio en el que los deudos ofrezcan un tamal a los dolientes, parientes y amigos que vinieron a despedir a la tía Juana.
II
Así ocurre en esta vida cuando al nacer, te dan una nalgada, te limpian y te lavan, para luego secarte y envolverte en una cobija, para entregarte como tamal a los brazos de tus padres, es el principio para casi todos. Nacemos y nos protegen con la cobija que después habremos de quitarnos en cada revolcada sobre la cama cuando niños y ahí también cuando adultos.
Las cobijas que tanto se quieren en invierno y que resultan innecesarias en verano se convierten también en el máximo escudo protector cuando el miedo invade las mentes de los pequeños y también de algunos mayores de edad.
Así mismo, al quedarte derrumbado en la carretera, lo último que alcanza a sentir tu cuerpo es la cobija con la que te han cubierto, por fin dejarás de sentir el frío de los últimos meses de vagancia, aunque tampoco estabas preparado para morir.
III
Si he de morir que sea cobijado con mi cobertor, que sea de noche para que al otro día sólo digan “ya no despertó”, que sea envuelto en el calor que siempre pude darme, que busque en otros que jamás quisieron quedarse. Si he de morir que sea envuelto en mi pavorreal que tiene dibujado, para saberme libre de esta vida que sádicamente ha buscado torturarme en esta soledad. Pero al final de cuentas Dios no cumple caprichos así que me llame cuando se le dé su rechingada gana, porque aquí cuando no mueres seguro te matan.
