RETRATOS HABLADOS

    •    Justificar el poder recibido


La marcha de hoy ordenada por el Patronato Universitario y su presidente, Gerardo Sosa Castelán, y convocada por el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Adolfo Pontigo Loyola, representa la primera incorporación pública de una institución educativa a las actividades de un partido político, Morena, en una estrategia para mostrar al virtual Presidente Electo del país que sí obtuvo un triunfo arrollador en la entidad, fue gracias a ellos, los que ya amenazan con tomar por asalto el Poder Ejecutivo cuando ya sienten en sus bolsillos el Legislativo.
    Acostumbrado a jugar todo en una sola carta, a retar y provocar a un sistema del que siempre vivió, Sosa Castelán está cierto que saldrá victorioso de este trance en el que pende la espada de la justicia sobre su cabeza, a partir de lo que haya dicho o dejado de decir la contadora de la UAEH, detenida con más de un millón de pesos en efectivo.
    Cacique de la universidad, donde no se oculta el sol sin que él lo apruebe, el máximo líder del Grupo Universidad jugó todas las aventuras políticas que se le vinieron en gana cuando todavía militaba dentro de las filas priístas, sin que nadie se atreviera siquiera a exigirle cuentas o lealtades, porque “podría levantar a toda la universidad”.
    Calculador, incluso presidente del PRI hidalguense desde donde creó una infraestructura particular que disfrazó como renovación de todos los consejos municipales, Sosa Castelán movió todas sus piezas para esperar con cálculo milimétrico el momento preciso para anunciar que dejaba las filas del Revolucionario Institucional sin que nadie, absolutamente nadie, se hubiera atrevido a expulsarlo cuando razones de sobra existían.
    Disfrazó su interés central en Morena con la adquisición de franquicias baratas como Movimiento Ciudadano, además de ocupar espacios importantes dentro de Acción Nacional. Finalmente desplegó todo el aparato económico que representa manejar a su entero gusto la universidad, para hacer un pacto que hoy mismo lo mantiene como poder absoluto en el partido de Andrés Manuel López Obrador a nivel local.
    Y el ofrecimiento que hizo de votos para que ganaran los candidatos morenistas, es evidente que tiene que mostrarlo, exhibirlo en las calles para que el futuro Presidente de México se entere y casi le griten que, “¡a ver, cuente, cuente bien, somos miles y miles!”.
    AMLO hubiera ganado aquí y en todo el país sin haber hecho pactos con grupos políticos de preocupante  y negra historia. Ni falta que le hacían.
    La detención de la contadora de la UAEH preocupa, y mucho, al grupo que controla los destinos universitarios. Por eso la necesidad de exhibir poderío de convocatoria, por eso la necesidad de intentar nulificar de plano, cuando todavía le falta la mayor parte de su gestión, al gobernador Omar Fayad.
    No importa lo que se tenga que mentir. No importa tergiversar y buscar enardecer a los estudiantes con el invento de que el Jefe del Ejecutivo estatal los llamó porros a ellos y hasta a sus familiares. No importa mentir en la política de este nivel, y pareciera que ni a quién le importa, porque estan seguro que cualquier mentira repetida hasta la saciedad se puede hacer verdad.
    Sin embargo, y más allá de estas pugnas por el poder que son eternas, es deber de todos hacer votos porque la marcha convocada para hoy no sea parte de una estrategia para entrampar al enemigo público número uno de Sosa Castelán y su grupo, es decir al gobernador.
    Muchos jóvenes, una gran mayoría, asistirán porque desde ayer recibieron todo un instructivo: “ La vestimenta es informal, pantalón de mezclilla, playera de la carrera universitaria o alguna otra con logos universitarios; en caso de no tener usar playeras cómodas, además bloqueador solar, agua, gorra y pancartas con la siguiente leyenda: No somos porros, somos estudiantes de excelencia”.
    No, que se entienda de una vez: los estudiantes no son porros, nadie les dijo que fueran porros, como no sea el invento de un encabezado irresponsable y cínico en un medio impreso.
    No, no son porros los jóvenes que todos los días acuden a los diferentes campus de la UAEH para hacer la lucha por un mejor futuro. Ellos nunca lo han sido. Sí lo fueron, lo son, quienes hoy los llevan a marchar por un interés particular del grupo que desde hace más de 36 años maneja a su antojo la institución educativa más importante del Estado.
    Nunca estará de más hacer un llamado para que ni por equivocación, quienes orquestan esta muestra de poder, tengan la tentación de provocar una tragedia y sacar provecho político de la misma. Infiltrar golpeadores para después clamar justicia y culpar al “gobierno represivo”, sería un verdadero acto criminal.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

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