Discusión de Grecia y acreedores se alarga aumentando incertidumbre

NÚMEROS CLAROS

 

Negociaciones van negociaciones vienen entre el gobierno griego y sus acreedores sin que puedan llegar a un acuerdo. Después del estallido de la crisis económica internacional en 2008, las cumbres del Grupo de los 20 (G20) se convirtieron en el foro privilegiado para encontrar un antídoto para frenarla; sin embargo, lejos de ello las contradicciones económica se han ido agudizando y la crisis de la deuda en los países desarrollados se ha convertido en uno de los rasgos de esta nueva crisis del capitalismo.

 

En esta coyuntura por la que atraviesa el mundo capitalista, las contradicciones económicas y sociales se han acumulado en Grecia y se han agudizado con la crisis de la deuda, haciendo de este país el eslabón más débil del capitalismo como lo analizaba Lenin, señalando que las cadenas del capitalismo no se romperían allí donde el desarrollo material había narcotizado con sus concesiones a una parte de la clase obrera y cooptado para la gestión a su vanguardia política y sindical, sino en los países de la periferia donde a la rabia por la explotación económica se le podría sumar la rebeldía frente a la dominación extranjera.

 

Precisamente, ha sido en Grecia donde la crisis de la deuda han agudizado las contradicciones, empujando a la calle a empleados públicos, amas de casa, estudiantes, obreros y campesinos hartos de la corrupción dentro de los gobiernos socialdemócratas surgidos del Partido Socialista Griego. Las revueltas sociales hicieron posible que SYRYZA llegara al poder y que Alexis Tsipras encabezará un gobierno de izquierda, capaz de enfrentar la rapiña de los bancos y de los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que intentan imponer sus programas de ajuste para garantizar el rembolso de los prestamos, al margen del bienestar del pueblo griego.

 

El Gobierno SYRIZAha enfrentado a la troika europea, formada por el FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, que si bien son quienes le prestaron dinero a Grecia para evitar su quiebra, también pretenden diseñar su política económica y social para garantizar el reembolso de los prestamos efectuados, tal como sucedió en México en los años ochenta y noventa durante las crisis de 1982 y 1994.

 

Con una deuda que ha superado el 176% del PIB y déficits públicosmayores al 12% del PIB, Grecia ha vivido por encima de sus capacidades durante años; al igual que lo han hecho los Estados Unidos cuya deuda supera los 17 billones de dólares. Ahora, con un gobierno de izquierda en el poder, que puede mostrar el camino a seguir a los países de Europa como España, donde PODEMOS ha surgido como una nueva alternativa política, la derecha europea trata de obstruir el camino al gobierno de Alexis Tsipras y de evitar que éste pueda concretar las promesas que hizo a los ciudadanos que lo llevaron al gobierno.

 

Ayer jueves, los ministros del Eurogrupo de finanzas dejaron todo sobre la meza de negociaciones, pues luego de discusiones continuas durante dos semanas llegaron a proponer un proyecto de acuerdo y ahora esperan propuestas de Atenas; sin embargo, el Eurogrupo fue incapaz de avanzar en las negociaciones y llegar a un acuerdo entre el gobierno griego y sus acreedores.

 

De acuerdo a las informaciones, la discusión sobre Grecia duró más de una hora y media, en la que el ministro de fianzas griego, Yánis Varoufakis, trató de explicar su plan de reformas, pero al final no se pudo concretar ningún progreso en las negociaciones, por lo que se ha convocado a una cumbre extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona para el lunes por la noche en Bruselas, por considerar que es urgente discutir la situación de Grecia al más alto nivel político, como lo señaló el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

 

Esto hizo que Christine Lagarde, Directora General del FMI, hiciera un llamado a retornar al diálogo “con los adultos en la habitación”, señalando que la negociación continúa abierta y los equipos del FMI están listos para discutir a cualquier hora, que podían volver en cualquier momento y quedarse el tiempo que sea necesario para ello.

 

Mientras tanto, la especulación y la incertidumbre reinan ahora en Grecia y en el sistema financiero internacional. Los retiros en los bancos griegos se incrementan y la fuga de capitales va en aumento, por lo que no se sabe si serán capaces de abrir en los próximos días pues nada tranquiliza a los ahorradores, pese a las nuevas negociaciones anunciadas al más alto nivel.

 

El miércoles, el banco central griego llamaba al gobierno a llegar rápidamente a un acuerdo con sus socios, diciendo que era un imperativo histórico hacerlo para evitar la moratoria de la deuda y la salida de Grecia de la eurozona; en tanto que en su informe anual advertía que el fracaso de las negociaciones podía abrir un período doloroso para Grecia y el camino para que el país salga de la zona euro y, muy probablemente, de la Unión Europea, lo que conduciría a Grecia a una profunda recesión, una caída radical en los ingresos, el aumento del desempleo y la destrucción de todo lo que los griegos construyeron durante sus años de pertenencia a la Unión.

 

El banco central de Grecia dice estar convencido de que se puede llegar a un acuerdo a la medida de las posibilidades del país helénico, pues los acreedores han reducido sus exigencias de superávit presupuestario primario de 3% a 1% del PIB este año, dándole al país tiempo para equilibrar su presupuesto y más libertad en la política fiscal. Pero también señala el banco, que es igual de importante que los acreedores reafirmen su deseo de reducir la deuda griega, como lo habían prometido en noviembre de 2012.

 

La propuesta Yanis Varoufakis ha sido considerada por los ministros de fianzas como de retorica, por lo que la posibilidad de que los lideres de la eurozona lleguen a un acuerdo este lunes dependerá de Atenas, pues todo parece indicar que la troika no dará un paso a tras en sus propuesta de reforma que implican reducción de pensiones y aumentos del IVA en el consumo de electricidad para reducir el déficit y garantizar los rembolsos de la deuda, entre ello el pago de 1.6 mil millones euros este 30 de junio, para lo que no existe ningún período de gracia.

 

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