EL REGRESO DEL LOCUTOR QUE PONTIFICA.- Luego de hacerla de maestro de ceremonias en la campaña de Morena en el Estado, regresó el Sumo Pontífice del micrófono universitario, dechado de todas las virtudes habidas y por haber. Independiente hasta donde le permite su patroncito, tinterillo de segunda, adorador de quien ve como su padre espiritual. Y sí, anda rabioso y digamos que un tanto agresivo. Ya le soltaron la cadena y cuidado porque muerde a quien le ordenan, porque es tan libre como una mascota amaestrada. Veremos.
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LA LIBERTAD.- Conocido como el bar que más briagos produce desde temprana hora del día. Instalado en plena zona plateada, a un costado de Galerías, se despachó con la cuchara grande durante muchos meses al instalar barra libre prácticamente día y noche. Para quien pasara por esos rumbos resultaba curioso observar que jovencitos y jovencitas salían cual arañas fumigadas del antro citado. Hasta que finalmente pasó lo que tenía que pasar: un parroquiano totalmente alcoholizado balaceó a otro en el estacionamiento. Y ahora sí, ya todos se dieron cuenta que en La Libertad privaba el libertinaje por la venta indiscriminada de alcohol al que se les pusiera enfrente. No digan que no se los dijimos desde hace mucho, pero mucho tiempo.
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EL REGRESO DE MAO.- Miguel Ángel Osorio, senador electo por la vía plurinominal, trabaja de manera intensa en un proyecto que le permita llevar a cabo una verdadera refundación de su partido, el PRI. También mantiene reuniones en territorio hidalguense para buscar la unidad de la militancia tricolor, y evitar que advenedizos que tienen en su poder el partido de El Peje, intenten pulverizar la estructura del Revolucionario Institucional. Asimismo actualiza expedientes de personajes que, se afirma, tarde o temprano irán a la cárcel. Ya sabe usted quiénes son. Está claro que tiene todas las pruebas para, en su caso, dar paso a una demanda formal que fulminaría a quien hoy se siente invencible.
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UN PERRO QUE NI COMO ALIADO SIRVE.- No, de plano un error mayúsculo hacerse de aliados como el Perro Pelcastre, porque todos saben que desconoce hasta la mano que le dio de comer. De tal modo que a estas alturas no son pocos los que se arrepienten de haberle dado tanta confianza a un personaje de este tipo, que ha hecho de la impunidad su principal carta de presentación. Ya que lo amarren, pero para siempre.
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Por hoy, usted puede DARSE POR ENTERADO
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